29 junio 2010

[Marginalia] Confusiones toponímicas

Uno de los mundos imposibles del artista neerlandés
M. C. Escher (1898-1972).


Es frecuente que muchas personas confundan, por cierta afinidad fonética, los nombres de algunos países: así, Letonia se confunde a menudo con Lituania, Eslovenia con Eslovaquia, Irlanda con Islandia, Paraguay con Uruguay… En función del nivel de conocimientos, sobre todo geográficos, podríamos considerar estas confusiones simples faltas de información. Sin embargo, al transeúnte le parece inquietante que se produzcan, como ocurre con excesiva frecuencia, en los medios de comunicación (prensa, radio, televisión): ya no se trata de conocimientos ni de información, sino simple y llanamente de la escasa formación de los profesionales mediáticos, que ni tan siquiera revisan sus textos ni verifican los datos que aportan antes de darlos por buenos para su publicación. Añádase a ello la práctica desaparición del filtro que antes suponían los correctores: la era de la informática somete la corrección de los textos a un simple software, que no interpreta, sino que, a lo mucho, detecta errores ortográficos.


Resulta preocupante la negligencia con que algunos medios lanzan su “producto” al mercado. El transeúnte acaba de descubrir uno de esos errores flagrantes (que debieran avergonzar tanto al redactor como al medio que los difunde) en un diario de prestigio: El Universal de Caracas, que ya ha cumplido 101 años de existencia. En un breve tomado de la agencia de prensa alemana DPA titulado “Murió el escritor vanguardista austriaco Andreas Okopenko” da cuenta, en su edición del lunes 28 de junio, del fallecimiento en Viena, el día anterior, del escritor Andreas Okopenko, nacido en Košice (entonces Checoslovaquia, hoy Eslovaquia) el 15 de marzo de 1930. Y aquí es donde radica el problema, porque en el texto que aparece en El Universal se lee textualmente: “Nacido en Eslovenia [sic!], Okopenko alcanzó un gran éxito con su Lexikon-Roman (1970), con el que buscó romper las convenciones literarias de su tiempo”. Eslovaquia y Eslovenia están separadas por Austria y Hungría, y sólo las une el hecho de ser ambos países eslavos y, si acaso, la relativa semejanza de sus banderas.


Y ya que hablamos de Okopenko, digamos que era hijo de un médico ucraniano, que su madre era austriaca y que su familia se estableció en Viena en 1939, por lo que adoptó la nacionalidad austriaca. Estudió química, trabajó en la industria e inició su carrera literaria, como prosista y poeta, en 1950, aunque no empezó a darse a conocer como escritor hasta la segunda mitad de la década de 1960. Su obra, aunque breve, obtuvo varios reconocimientos, entre los que destacan el Premio Literario de la Ciudad de Viena (1983), el Gran Premio del Estado Austriaco (1998) y el prestigioso Georg-Trakl-Preis (2002).


Contrastar la información ha sido siempre uno de los preceptos esenciales del periodismo y debería continuar siendo, por respeto a los lectores, una regla de obligado cumplimiento: los directores de los medios son, quiéranlo o no, responsables de la desinformación.


24 junio 2010

Satisfacciones

El transeúnte refiere ahora, con un poco de retraso –motivado por circunstancias diversas– dos satisfacciones que esta bitácora y él mismo, por supuesto, han recibido casi al mismo tiempo. Las personas que con su generosidad se las proporcionaron sabrán, sin duda, excusar que haya tardado unos días en expresar públicamente su agradecimiento.

La primera es que Luis Irles, amigo en el espacio virtual, un hombre de sobrada cultura nacido en tierras mediterráneas y asentado ahora en las costas chilenas del Pacífico después de haber surcado todos los mares y océanos del mundo, haya elegido, entre otros, TRANSEÚNTE EN POS DEL NORTE para concederle un premio honorífico cuya digna finalidad es la divulgación de los blogs que valga la pena tener en cuenta: se trata del Premio Dardo y Blog de Oro, que el transeúnte comparte con otros catorce blogs que Luis ha considerado merecedores de tal distinción. Así lo manifiesta en su excelente blog EL FARO DEL FIN DEL MUNDO.


La segunda es un artículo, sin duda exageradamente laudatorio, de otro querido amigo suyo, Tomás Caballero, en su blog ESTÉTICA EN TIEMPO DE EDICIÓN… , en el que capta muy bien la esencia y el espíritu de esta bitácora, aunque se equivoca cuando dice, al principio, que debe algo al que esto escribe: no, Tomás, soy yo, este transeúnte, quien ha aprendido mucho de ti, pero en todo caso dejémoslo en que no nos debemos nada el uno al otro, sino que compartimos el hermoso amor por la cultura, el placer del diálogo y algo aún más precioso: la amistad.

Desde aquí, pues, queridos amigos Luis y Tomás, el agradecimiento sincero y emocionado del transeúnte, que procura huir de halagos y reconocimientos públicos, fiel a las palabras que dejó escritas, cuando descubrió sus primeras canas, una mujer a la que admira, Marisa Madieri –cuya vida fue vencida por un cáncer en 1996–, en su hermoso libro Verde agua: “Hay algo bueno en envejecer. Se gana serenidad, conciencia y, al mismo tiempo, humildad”. El transeúnte coincide con ella, pero le resulta difícil no sucumbir a una “humilde vanidad” y sentirse feliz y orgulloso al ver reconocida su labor.


En cuanto al Premio, el transeúnte debe enfrentarse a la siempre difícil selección de otros quince blogs con los que, según los requisitos*, desea compartirlo, es decir, concederlo, procurando que no lo hayan recibido ya. Por supuesto, sí que son merecedores de ello todos los que están, pero no están, ni muchísimo menos, todos los que que lo merecerían: la limitación obliga. No lo va a hacer por orden de importancia, sino por el siempre ecuánime orden alfabético y ciñéndose a los blogs publicados en castellano:


- AL TRASLUZ. BLOG DE ABEL MURCIA

- ALDEA DE LAS LETRAS

- ASAMBLEA DE PALABRAS
- BLOG DE CARLOS VITALE

- CAFÉ DE LUCES ESPESAS

- EL ARCA RUSA / РУССКИЙ КОВЧЕГ

- EL BLOG DEL TALLER

- EL VIAJERO IMPRESIONISTA

- EL VISIR DE ABISINIA

- EN MINÚSCULA

- ESTÉTICA EN TIEMPO DE EDICIÓN EN TIEMPO DE ESTÉTICA

- GRACIANA PETRONE

- LA NAUSEA

- MACEDONIANOS 2010

- SALÍ SIN SER NOTADA…


* Los otros dos requisitos del Premio Dardo y Blog de Oro (que sólo obligan a quienes lo deseen) son los siguientes: colocar visiblemente el logo (preferentemente en un lugar discreto, sin exhibicionismos), y enlazar el blog o los blogs que han otorgado el premio (lo cual, amigo Luis, en mi caso hace hace tiempo que está hecho).

17 junio 2010

Las lenguas de la antigua Yugoslavia

La estación de autobuses de la parte del barrio de Dobrinja, en Sarajevo,
perteneciente a la Republika Srpska. Aunque en Bosnia no se utilizaba
el alfabeto cirílico, las autoridades de la entidad serbobosnia
lo han impuesto en el uso de la lengua. (Foto © Albert Lázaro-Tinaut).


El pasado 4 de mayo, el periodista Ramón Lobo publicaba en el diario El País un artículo titulado “La herencia de Josip Broz Tito”, con motivo del 30.º aniversario de la muerte en Liubliana del jefe del Estado yugoslavo, el hombre que fue capaz, mediante métodos totalitarios “suaves”, de aglutinar buena parte de los eslavos del sur en una república federal socialista.

La figura del mariscal Tito ha sido muy controvertida en el ámbito yugoslavo tanto durante su mandato como, sobre todo, después de su muerte. Mientras que en Bosnia y en otras repúblicas de la antigua Yugoslavia se encuentra su retrato por doquier, la Serbia del dirigente ultranacionalista Slobodan Milošević lo menospreció, aunque ahora parece que ha sido “rehabilitado”, quizá más por la atracción turística de su figura (la casa donde vivió, conocida como "Casa de las Flores”, es visita casi obligada en Belgrado) que por convencimiento político.



Homenaje de los “yugonostálgicos” de Macedonia al mariscal Tito.

Una de las muchas cuestiones que intervinieron en la fragmentación del espacio yugoslavo durante la década de 1990 fue la lengua (pese a que el conflicto lingüístico es aparentemente posterior). La lengua común oficial de la República Federal Socialista de Yugoslavia era el serbocroata (srpskohrvatski [cрпскохрватски]) o croataserbio (hrvatskosrpski), hablado en Serbia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro, aunque también eran oficiales y se usaban en las respectivas repúblicas el esloveno y el macedonio, se reconocía el uso y la enseñanza del albanés tanto en Macedonia como en la provincia autónoma de Kosovo, y en otra provincia autónoma, la Voivodina, el del húngaro y el rumano, hablados por las minorías que pueblan el norte de Serbia. Otros grupos minoritarios más pequeños (gitanos, turcos, búlgaros, eslovacos…) utilizaban también sus lenguas sin demasiados impedimentos.



Mapa étnico de la antigua Yugoslavia establecido en 1998.
(Haced clic para ampliarlo)

Cuando Yugoslavia se desmembró y se independizaron las repúblicas que formaban la federación (Eslovenia y Croacia, el 25 de junio de 1991; Macedonia, el 8 de septiembre de 1991; Bosnia y Herzegovina, el 5 de abril de 1992; Serbia, el 3 de junio de 2006, aunque conservando el nombre de Yugoslavia no había proclamado la independencia a la vez que las otras repúblicas; Montenegro, el 6 de junio de 2006, separándose de Serbia; y Kosovo, el 17 de febrero de 2008, pese a que una parte la comunidad internacional se muestra reacia a reconocer esta independencia) cada nueva república incluyó en su Constitución la “lengua propia”; así pues, Croacia reconoce únicamente la oficialidad de la lengua croata, Serbia, la de la lengua serbia (escrita con alfabeto cirílico), Bosnia-Herzegovina, el bosnio, y Montenegro, el montenegrino, por lo que hace a las repúblicas que se expresaban en la lengua común llamada serbocroata. Evidentemente, Kosovo impuso la lengua albanesa, que también es cooficial en una parte de Macedonia.


Para ceñirnos al ámbito de esta lengua común de cuatro de los Estados surgidos de la desintegración de Yugoslavia, conviene recordar que, desde el punto de vista de la lingüística, se trata de una sola lengua con las correspondientes variantes dialectales o modalidades. En este sentido es muy interesante leer la opinión del eminente lingüista Ranko Bugarski, profesor de Filología en la Universidad de Belgrado, en una larga entrevista (leedla aquí traducida al castellano) publicada el 6 de septiembre de 2007 en el diario independiente croata Feral Tribune (que se publicaba en Split y que, desgraciadamente, tuvo que cerrar en junio de 2008 por razones económicas). Las explicaciones del profesor Bugarski son claras y explícitas, y ahorran al transeúnte una larguísima disertación (podéis leer aquí otro interesante artículo del profesor Bugarski en castellano: “Lengua, nacionalismo y la desintegración de Yugoslavia”).



El escrit
or y político croata
Ljudevit Gaj (1809-1872).



Si nos remontamos a la historia del serbocroata como lengua, hemos de referirnos al acuerdo al que llegaron lingüistas croatas y serbios en Viena en 1850 –en el contexto de los movimientos de emancipación nacional de los dos pueblos– para establecer la variante dialectal novo-štokavski de la Herzegovina oriental como base del lenguaje literario común de Croacia y Serbia. Entre los prohombres que participaron activamente en la fijación de esta lengua común es preciso mencionar dos nombres: el del lingüista, escritor y político croata de origen germano-eslovaco Ljudevit Gaj (1809-1872) –quien ya había publicado en Buda, en el año 1830, un Kratka osnova horvatsko-slavenskog pravopisanja (‘Breviario de ortografía croato-eslava’), basado en el modelo de otro croata, Pavao Ritter Vitezović (1652-1713) para el establecimiento de la ortografía checa–, promotor del Movimiento de los Ilirios, que aspiraba a la formación de un Estado único para los eslavos del sur, y el del escritor y lingüista serbio Vuk Stefanović Karadžić (Вук Стефановић Караџић, 1787-1864), que participó activamente en la lucha de los serbios contra los jenízaros otomanos a comienzos del siglo XIX y se hizo famoso por un sencillo principio lingüístico: “пиши како говориш” (‘escribe como hablas’), un lema que influyó notablemente en la reforma de la lengua literaria de los serbios, que hasta entonces se basaba en las normas del antiguo eslavo o eslavónico de la liturgia ortodoxa.



El escritor y lingüista serbio
Vuk Stefanović Karadžić (1787-1864).


El acuerdo de mediados del siglo XIX fue ratificado a finales de la década de 1950 por filólogos de los dos mismos países en Novi Sad (capital de la Voivodina), y a partir de tal entendimiento fue posible la publicación, en 1960, por parte de las instituciones culturales y científicas más respetadas en ambas repúblicas, la Matica hrvatska y Matica srpska, de la Pravopis hrvatskosrpskog književnog jezika s pravopisnim rječnikom o Pravopis srpskohrvatskog književnog jezika sa pravopisnim rečnikom (una ortografía del idioma literario serbocroata o croataserbio).



Cubierta de la edición publicada
en Belgrado por la Matica srpska
(en caracteres cirílicos) de la
Pravopis srpskohrvatskog jezika

(‘Ortografía de la lengua serbocroata’),
en 1960.



La pretendida división de la lengua común en cuatro lenguas supuestamente diferenciadas (el profesor Bugarski se explica muy bien, en este sentido, en la entrevista antes mencionada) tiene paralelismos en otras lenguas, como el catalán y sus variantes más importantes (la valenciana y la mallorquina, sobre todo), e incluso en lenguas mucho más pequeñas, como es el caso del estonio con sus dos grandes variantes, la septentrional, eesti keel (en la cual se basa la lengua oficial) y la meridional, o lengua Võru (võro kiil), que incluso tiene una institución propia para su preservación y promoción, el Võru Instituut.


Contrariamente, grandes lenguas como el inglés, el francés y el castellano no sufren estas tendencias: difícilmente, pues, un australiano, un sudafricano anglófono o un canadiense dirá que no habla inglés, ni un cubano, un argentino o un chileno, que no hablan español (a pesar de la extraña y paradójica persistencia de los editores franceses de indicar en los libros traduit de l’argentin o traduit du péruvien, por ejemplo).


Respecto del artículo de Ramón Lobo al que hacía referencia el transeúnte al comienzo de este artículo, es preciso decir que el 21 del mismo mes de mayo el embajador de la República de Croacia en el Reino de España, señor Neven Pelicarić, publicó una réplica en el mismo diario manifestando, entre otras cosas, que el papel del presidente comunista y mariscal, el croata Josip Broz Tito, en el siglo XX, “es objeto de investigaciones e historiadores”, y después de dejar claro que la iniciativa de las guerras de Yugoslavia fue siempre de los serbios (cosa en la cual, matizando un poco, tiene razón), afirma lo siguiente respecto de la lengua:


El idioma croata nunca ha sido serbio, así como el serbio nunca ha sido croata. Si dos interlocutores se entienden mutuamente, eso no quiere decir que hablen el mismo idioma. El ex Estado yugoslavo, en sus dos encarnaciones (la monárquica, desde el 1918 hasta el 1941, y la comunista, del 1945 hasta el 1991) intentó instaurar la dominación de Belgrado borrando las huellas de la lengua croata. El pueblo croata unificadamente luchó para proteger su lengua, su identidad y su cultura ante la hegemonía oriental. Así mismo, hay que destacar que la abreviación lingüística "hrv" para la lengua croata está en el uso internacional desde el 1 de septiembre de 2008, y conforme al estándar ISO 639-2 y las regulaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. La próxima lengua oficial de la Unión Europea será el croata.


O al señor embajador no le interesa demasiado recordar la historia (dicho esto con todo el respeto diplomático), o quizá el transeúnte desconoce la “letra pequeña” de los acuerdos lingüísticos a los cuales se ha referido. A partir de aquí, deja que el lector saque sus conclusiones y, si le parece oportuno, opine en la sección de comentarios.


Haced clic sobre las imágenes para agrandarlas.


Traducción del catalán de Carlos Vitale.

11 junio 2010

Post scriptum. Sobre la arquitectura museística

Maqueta del MAXXI de Roma.

El 19 de diciembre del año pasado, el transeúnte, refiriéndose a la monetización del arte, escribía sobre el MAXXI, el nuevo centro de arte moderno de Roma (conocido ya popularmente como “serpiente de acero” por su inusual diseño ondulante y laberíntico) que se levanta en el barrio Flaminio de la capital italiana, y al hecho de que se inaugurara sin obra expuesta (ver aquí). El 30 de mayo de este año llegó el esperado momento de la “reinauguración”, esta vez como museo y no como espacio arquitectónico, y el resultado ha dejado perplejas a algunas personas.



Aspecto interior del MAXXI
(foto © Iwan Baan).



Vincent Noce publicaba el 8 de junio en el diario francés Libération un artículo titulado “MAXXI, le tout à l’ego”, en el que empieza diciendo que “probablemente ha llegado el momento de pedirles a los arquitectos que no construyeran museos” , ya que la sinuosa “terminal aeroportuaria” (aérogare, dice él) dedicada en Roma al arte contemporáneo “alcanza el paroxismo de una tendencia de aplastamiento del arte que se repite desde hace décadas”. Un edificio “maldito desde su concepción” que ha tardado doce años en convertirse en ese “paquidermo jorobado, firmado por la superstar [o “archi-star “, como se la conoce en Italia] británica de origen iraquí Zaha Hadid”, lo cual ha comportado cinco años de retraso en su inauguración.


La ceremonia del 30 de mayo no fue, ni mucho menos, un acto solemne en el sentido tradicional de este adjetivo. El ministro italiano de cultura, Sandro Bondi, fue abucheado, y el nuevo alcalde de Roma, Gianni Allemanno (alineado con los sectores más reaccionarios y menos progresistas de la sociedad italiana), no se mordió la lengua al afirmar que no se siente especialmente atraído por la cultura. Concebido como museo nacional, el MAXXI pasará a depender de una fundación y, por consiguiente, de un consejo de administración al que se verán sometidos sus conservadores.



Zaha Hadid.


No se muestra en absoluto amable Vincent Noce con la arquitecta: “Rodeada de escoltas y flashes –dice–, como una reina babilónica vestida de Prada”, apareció ante la prensa internacional una semana antes para hacer gala de su éxito.


Parece que, efectivamente, quienes habían visitado el edificio todavía vacío hace unos meses no ocultaban su decepción al constatar que “si esa arquitectura masiva de fondos blancos y laberintos sin fin había sido concebida para algo, era precisamente para acoger obras de arte”, lo cual no resulta tan evidente como hubiera sido deseable, ya que la monumentalidad y el exagerado diseño del continente se come el contenido.


“Los conservadores lo admiten en privado”, añade Noce: colgar cuadros en ese inmenso hall es, según ellos, una pesadilla, y los trabajos que deberán realizarse en su interior, los cuales romperán forzosamente la estética de la creadora del edificio, no resultarán baratos. El articulista no puede evitar otro ataque directo a la señora Hadid: “No ha construido un museo, se ha edificado un templo. O, si nos referimos al esqueleto de 25 metros que acoge al visitante, un mausoleo dedicado a su propia divinidad” (alude a un colosal esqueleto humano, obra de Gino De Dominicis, yacente ante la puerta de entrada del edificio). En este sentido coincide con el reconocido crítico de arte italiano Vittorio Sgarbi, quien afirmó, no sin ironía: “El MAXXI no es un museo de arte contemporáneo, como mucho es una escultura contemporánea. En definitiva, es el mausoleo de Zaha Hadid, y como tal es extraordinario”.



El esqueleto de Gino De Dominicis, obra titulada Calamita cosmica (1990),
caracterizado por su larga nariz, expuesto en Milán a principios
del año 2007 (foto © photobucket.com).


Entre las 350 obras que componen actualmente el fondo del MAXXI hay creaciones de Francis Alÿs, Gabriele Basilico, Alighiero Boetti, Anish Kapoor, William Kentridge, Mario Merz, Gerhard Richter, Ed Ruscha y Francesco Vezzoli. Además, con motivo de la inauguración de este centro de arte, se presentan tres exposiciones: “Gino De Dominicis. L’immortale” (dedicada a ese artista libertario del siglo XX [1947-1998], obsesionado por la invisibilidad y la inmortalidad), “Luigi Moretti architetto. Dal razionalismo all’informale” (un recorrido por la obra que el famoso arquitecto romano [1907-1974] dejó esparcida por todo el mundo) y “Kutluğ Ataman. Mesopotamian Dramaturgies” (muy probablemente una concesión a Zaha Hadid: este creador de videoinstalaciones, nacido en Istanbul en 1961, ha mostrado anteriormente su obra en varias ciudades europeas).


Hay que destacar también los archivos que se conservarán en el MAXXI, entre ellos los de Pier Luigi Nervi, Enrico del Debbio, Aldo Rossi y Carlo Scarpa.


En definitiva: un colosal y original monumento arquitectónico, una caja de lujo, alabada por grandes personalidades del arte y la cultura y denostada por otras (lo cual hace mucho tiempo que no es novedad: recuérdense las malintencionadas ironías de que fueron objeto en su momento las obras de Antoni Gaudí), que presentará en Roma la obra de los artistas plásticos contemporáneos. El transeünte, que se condidera lego en materia de arte, ni quita ni pone, se limita a transmitir lo que por ahí se dice.


Haced clic sobre las imágenes para ampliarlas.