Reproducimos un comentario y una entrevista sobre el proyecto
poético-geográfico Bajo
otros cielos, publicados en el periódico latinoamericano de cultura Por
naturaleza propia.
Hace pocos meses asomó a la red una nueva página titulada
“Bajo Otros Cielos”, presentada como “un recorrido poético por la geografía”:
hasta día de hoy ha publicado más de 300 poemas originales en lengua española y
traducidos. Los poemas van ilustrados con una fotografía o una reproducción de
arte elegida con buen criterio.
Es genial descubrir en esta página traducciones de literaturas
poco conocidas: India, China, Armenia, Islandia, Chipre, Macedonia, Albania, las
Repúblicas Bálticas, incluso los países de Escandinavia, por ejemplo, riqueza
que los buenos lectores de poesía deben apreciar.
Esta iniciativa solamente merece elogios. Ojalá los
responsables de esa hermosa página tengan energías para mantenerse y que “Bajo Otros Cielos” consiga la difusión que merece.
Julio P. Orgaz
Entrevista a Albert Lázaro-Tinaut, uno de los promotores de la idea
Por Julio P. Orgaz
P. Hablan ustedes de “proyecto”, palabra
que en estos días define muchas iniciativas culturales. ¿Cómo surgió ese
diseño?
R. El origen de la idea es lejano en el tiempo, fue una
propuesta de la amiga chilena Carmen, exiliada en Venezuela desde 1974 (no
quiere revelar sus apellidos por razones que respeto). Carmen, debido a su
situación, bastante precaria, no ha podido realizar su sueño juvenil de viajar,
recorrer mundo, y como persona apasionada por la poesía (la escribe y la firma
con un seudónimo) pensó que se podía “viajar a través de los versos” y las
imágenes inspiradas en ellos. Me envió un esquema de lo que proponía y me pidió
que la ayudara a emprender el proyecto. Por circunstancias diversas, no pude
hacerlo en su momento, y han pasado varios años desde entonces.
P. ¿Partían ustedes de una selección de poemas o tuvieron
que empezar de cero?
R. Con la concepción de la idea Carmen había seleccionado material poético sin
un criterio definido más que el de la localización geográfica. Partimos, en
parte, de aquella selección, pero antes de hacer público el proyecto la
revisamos a fondo y nos pusimos a buscar otros poemas. Por mi parte, desempolvé
muchos libros, algunos olvidados, de mi biblioteca personal, y ella hizo otras
sugerencias. Tardamos más de tres meses en reunir lo necesario para lanzar el
blog con garantías y lo abrimos en noviembre de 2019 con un bagaje que nos
parecía suficiente, aunque con el propósito de persistir activamente en la
búsqueda de nuevos poemas. Al principio fue fácil, pero cuando
empezaron a agotarse nuestros recursos personales tuvimos que buscar otros y
navegar intensamente por internet. Contamos, además, con la generosa colaboración
de personas amigas que nos proporcionaron poemas y, sobre todo, contactos. Todavía lo hacen. Mientras tanto se unieron al proyecto otros dos redactores.
P. Predomina la poesía española y latinoamericana…
R. Es lógico que hayamos recurrido a lo más próximo, por la facilidad que
ello supone. Sin embargo, yo mismo, como traductor de poesía, quise introducir
a poetas en otras lenguas y, en la medida de lo posible, de autores
pertenecientes a culturas poco difundidas entre nosotros. En ese intento
también conté con la colaboración de algunas amistades pero, sobre todo, empecé
a recorrer bibliotecas públicas a la “caza” de nuevos ejemplares… Esa tarea ha
dado muy buenos frutos.
P. He visto que usted mismo es autor de varias versiones.
R. No tantas. Mi aspiración era traducir a más poetas, pero la realidad se
impuso: en poco tiempo el proyecto adquirió unas dimensiones que no
imaginábamos, lo cual originó una carga de trabajo considerable: transcribir
poemas, atender a una correspondencia cada vez más intensa, a medida que Bajo
otros cielos se iba dando a conocer, sobre todo en algunos países
americanos. He de decir que la respuesta ha sido entusiasta, a veces demasiado,
y eso asusta un poco, especialmente cuando de lo que se trata es de disfrutar y
no de estresarse.
P. La ilustración de los poemas me parece uno de los
activos destacables del proyecto: ¿cómo consiguen las imágenes, siempre
imágenes muy adecuadas para los poemas?
R. Debo reconocer que es la tarea más laboriosa, pues los poemas vienen
dados y, salvo alguna excepción, los recibimos sin ilustración o con
fotografías de escasa calidad. De la búsqueda y selección de imágenes me ocupo
personalmente, porque es algo que me apasiona; de hecho, me habitué a ello profesionalmente,
cuando trabajaba como editor. Internet es una fuente casi inagotable de
imágenes, pero tiene el inconveniente de que muchas no son de libre disposición. Reproducimos las disponibles, y siempre que la
conocemos citamos la fuente. Que nuestro proyecto no tenga ánimo de lucro
facilita mucho las cosas.
P. ¿Cuál es el ritmo de publicación de los poemas?
R. Al principio cometimos la locura de nutrir el proyecto con muchos
poemas, hubo días en que publicamos seis o siete. Quizá fuera necesario para
darle cuerpo. Luego fuimos reduciendo las dosis diarias a tres o cuatro, y
actualmente solemos publicar dos poemas cada día, algunos días incluso tres. De
momento pensamos mantener ese ritmo.
P. ¿Se puede contabilizar el número de lecturas de cada
poema?
R. Hasta cierto punto. Quedan registradas las visitas a los poemas que “se
abren”, es decir, a aquellos a los que los lectores acceden expresamente desde
el índice o desde un enlace directo, pero no a los que encuentran al entrar en
la página. Hemos comprobado la importancia de la difusión de los poemas por sus
autores, pedimos que los divulguen a través de las redes sociales y de sus
blogs, y quienes lo hacen reciben más visitas que los otros. Son muchos los
autores y colaboradores fieles que se comprometen con el proyecto y lo
difunden.
P. ¿Y el número total de visitas?
R. Eso sí, y su procedencia. Durante las primeras semanas nos desalentaba
un poco la escasez de visitas, pero era lógico que fueran pocas teniendo en
cuenta que el proyecto apenas se había difundido. Poco a poco fueron en
aumento, y ahora mismo se sitúan entre las 100 y las 300 diarias, que no está
mal tratándose de algo tan escasamente reconocido como la poesía… Las visitas
proceden mayoritariamente de España y de varios países latinoamericanos, pero
también las hay, y no pocas, de los Estados Unidos y Canadá, de países
europeos y, esporádicamente, de otros continentes. En este sentido podemos
sentirnos satisfechos.
P. ¿Qué repercusiones públicas ha tenido el proyecto?
R. La verdad es que pocas, más allá de las que ha habido en blogs y a
través de las redes sociales, particularmente de Facebook, donde algunas
personas han comentado nuestra tarea. Esta es la primera reseña importante que
tenemos, y agradecemos que hayáis valorado tan positivamente el proyecto. Sin
embargo, el boca a oído ha funcionado bastante bien, no solo por lo que se ha
transmitido, como he dicho, en blogs y redes sociales, sino también por la
voluntad de muchas y muchos poetas de dar a conocer nuestra labor a amigos y
conocidos. Incluso personas que no escriben poesía han actuado como generosas
portavoces.
P. Son cuatro redactores: ¿opinan los cuatro sobre los
poemas antes de publicarlos?
R. Sí, siempre. Es un compromiso que adquirimos desde el primer día. Cuando
llega o se propone un poema nuevo, lo recibo yo (en cierto modo he asumido la
tarea de “jefe de redacción”) y lo reenvío inmediatamente a los otros tres redactores. Solemos ponernos de acuerdo, pero a veces hay discrepancias y se
produce un pequeño debate (siempre a través de internet, pues nos separa a
todos la distancia). Desde que hemos decidido ser más exigentes en la
selección, lo cual no significa que publiquemos solo excelentes poemas, hemos
de debatir menos. En caso de discrepancias severas, de las que se han producido
poquísimas, pedimos opinión a otras personas que se han ofrecido generosamente
a colaborar. En todo caso, la relación entre los miembros de la redacción (dos
mujeres y dos hombres) es fluida y muy cordial.
P. Me comentó que intentan equilibrar el número de
autores masculinos y femeninos.
R. Fue uno de los “propósitos fundacionales”, pero ese
equilibrio entre poetas hombres y mujeres poetas está resultando difícil: la
naturaleza del proyecto, que exige la localización geográfica de los poemas,
hace que encontremos más poetas hombres que mujeres, quizá porque ellas tienden
al intimismo. Por otra parte, hay muchos y muchas poetas que jamás han
localizado geográficamente un poema, lo hemos comprobado al revisar su poesía
completa, por ejemplo. Es una dificultad añadida, pero ya éramos conscientes de
ello, y nos sorprende incluso haber conseguido tantas composiciones
“localizadas”.
P. ¿Qué dificultades suelen encontrar?
R. Todo proyecto tropieza con algunas dificultades, es inevitable. Las más
frecuentes tienen que ver con la comprensión de las características del
nuestro: solemos establecer un límite de versos, alrededor de treinta, y a veces
recibimos auténticos poemas río; también nos llegan poemas con localizaciones
genéricas, que no se ajustan a los criterios: el bosque, el mar, las montañas…
Repetimos hasta la saciedad que las localizaciones han de poder encontrarse en
un mapa, pero observamos cómo bastante gente no se toma la molestia de leer
detenidamente las instrucciones (que son breves y claras), y suelen ser quienes
más protestan cuando se les rechaza un poema. Es una realidad algo decepcionante y
una pérdida de tiempo, ya que, por principio, se responde a todas las
propuestas.
P. He observado que algunos autores se repiten.
R. Sí, aunque sin abusar de ello permitimos que se puedan
publicar, con un cierto lapso temporal, poemas de un mismo o una misma poeta.
También se repiten localizaciones, por supuesto, incluso nos parece positivo
ofrecer visiones y percepciones distintas de una misma ciudad o un mismo lugar.
Lógicamente, hay localizaciones favoritas: París, Nueva York, Lisboa, Roma, Venecia, Madrid, Buenos Aires…
También evitamos repetir lugares en poco espacio de tiempo, procuramos
alternar.
P. Gracias por haber respondido con tanta claridad a las
preguntas.
R. Gracias a vosotros por haber tenido la voluntad y la amabilidad de dar a
conocer nuestro proyecto a un ámbito mayor de poetas y lectores.