Los principales centros de la diáspora judeoespañola tras
la expulsión de los judíos de la península Ibérica a partir de 1492.
la expulsión de los judíos de la península Ibérica a partir de 1492.
(Fuente: Martín Alonso Pedraz: Evolución sintáctica del español [1964])
El periódico virtual eSefarad
(Noticias del Mundo Sefardí), mantenido por Liliana y Marcelo Benveniste
desde Buenos Aires, ha publicado esta interesante noticia fechada el pasado 22
de septiembre. El transeúnte la reproduce íntegramente.
“De buena tinta”, una exposición que recrea
150 años de prensa en ladino
150 años de prensa en ladino
El Palacio de Cañete acogerá a partir de octubre una
exposición de inmenso valor cultural e histórico ya que se trata de la primera
exposición monográfica de prensa en ladino que se celebra en Madrid. “De buena
tinta” exhibe ejemplares originales de cerca de medio centenar de cabeceras
diferentes, procedentes en su totalidad de una biblioteca particular madrileña.
Se trata de una muestra relativamente amplia si tenemos en cuenta la rareza y
escasez de este tipo de piezas. Cronológicamente, los periódicos expuestos
están datados entre 1877 y 2008 y, en cuanto a su distribución geográfica, los
hay publicados en Esmirna, Constantinopla, Salónica, Jerusalén, Nueva York,
entre otras.
La prensa en ladino nació hace 170 años en Esmirna en 1842
con la publicación de la primera gaceta en judeoespañol: La Buena Esperanza. Desde entonces hasta nuestros días han visto la
luz no menos de 300 cabeceras, algunas de vida ciertamente efímera (con menos
de una docena de números publicados). Las hubo también de una notable
longevidad (hasta 70 años), lo que nos permite entrever el papel protagonista
de la prensa en la sociedad sefardí. En su época de mayor apogeo (1870-1935)
llegaron a publicarse simultáneamente una gran cantidad de títulos, desde
diarios a anuarios, en los principales centros de la vida sefardí de cuatro
continentes. Hubo periódicos de información general, comerciales, políticos,
científicos, humorísticos, literarios, culturales, etc. de las más diversas
tendencias. Los más respondían a iniciativas privadas, y sus ingresos procedían
de las suscripciones y/o de la publicidad. En su mayoría se trata de periódicos
íntegramente publicados en ladino, pero también los hubo (y los hay) con parte
de su contenido en otras lenguas (turco, francés, hebreo, griego, etc.).
Periódicos todos de buena tinta, escritos algunos con tinta roja (socialistas,
comunistas, obreros), tinta azul (sionistas de corrientes varias), tinta verde
(sobre ciencias naturales), tinta simpática (humorísticos y satíricos), tinta
indeleble (religiosos) o incluso con tinta invisible (como el primogénito La Buena Esperanza del que no se
conserva ningún ejemplar) y, cómo no, en ocasiones salpicados de tinta
amarilla.
El Amaneser, periódico en ladino de la comunidad sefardí de Turquía.
En opinión de Uriel Macías y Elena Romero (Comisario de la
exposición y catalogación, y Responsable de selección y transcripción de
textos, respectivamente) “esta exposición quiere servir para despertar el
interés por la prensa en ladino de ayer. Una prensa que en sí misma refleja,
como no podía ser menos, la propia historia de los sefardíes y la importancia
(y posterior declive) del judeoespañol como lengua de comunicación. Aunque en
los últimos años han ido apareciendo trabajos de investigación sobre el tema,
sigue siendo una gran desconocida, incluso por aquellos que se interesan por el
mundo sefardí. La lectura, la edición de textos y la investigación de la prensa
en judeoespañol son fundamentales para el conocimiento de la historia, la
sociedad, la vida cotidiana, la economía, la lengua y la literatura sefardíes,
y también, por qué no, para acercarnos a las inquietudes, ideas y sueños de
quienes un día fueron sus lectores”.
Inauguración 10 de octubre de 2012, 19:30 h.
Abierta de septiembre a diciembre de 2012
Horarios:
De lunes a jueves: 10:30-14:30 y 15:30-20:00 h.
Viernes: 10:30-15:00 h.
De lunes a jueves: 10:30-14:30 y 15:30-20:00 h.
Viernes: 10:30-15:00 h.
Entrada libre
5 comentarios:
Estimado Albert,
Me ha encantado la historia de las tintas!, Cada color siendo asociado a una ideología, a una profesión, a una religión, etc... Sea dicho de paso, los colores me parecen muy acertados!
Gracias por este artículo que no voy a olvidar y siempre asociaré al ladino.
Un cordial saludo,
Anne
Gracias por tu comentario, Anne. A mí también me sorprendió ese uso de las tintas de colores distintos: no sé si se ha producido en otras culturas, pero sin duda demuestra imaginación y cierta unidad de pensamiento colectivo, propia de comunidades expatriadas pero de origen común, como los judíos españoles que, sin duda, se mantuvieron en contacto pese a estar separados, a veces, por grandes distancias. Eso ha permitido también la supervivencia del ladino hasta nuestros días.
Un abrazo.
Albert
Me ha gustado mucho esta entrada y sobre todo, el tèrmino ladino, que casi tenìa olvidado. Enhorabuena. Si voy por Madrid no dudarè en visitar esta exposiciòn.
un abrazo
fus
Me alegro, fus. No te la pierdas, seguro que será muy interesante.
Un abrazo también para ti.
Que fantástica entrada, me ha encantado. Gracias por compartir.
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