14 septiembre 2010

Las “máquinas” de energía positiva y la irónica provocación de Mihael Milunovic

Mihael Milunovic con su obra Sucesión (2007),
en chapa de abedul y acero inoxidable.

El pasado día 10, el transeúnte tuvo el privilegio de vivir una experiencia extraordinaria: amablemente invitado por la Fundació Vallpalou de Lleida –creada en julio de 2008 por la pintora Teresa Vall Palou–, pudo permanecer todo el día en la sede de aquella entidad artística y convivir tanto con algunos miembros del Patronato (Teresa Vall Palou, Joan-Francesc Ainaud, Joan Marí) como con el artista que inauguraba aquella tarde su exposición Accumulate / Acumular, Mihael Milunovic, y el prestigioso historiador del arte húngaro Lóránd Hegyi, director del Musée d'art moderne de Saint-Étienne Métropole (Francia), que actuaba como presentador del artista y de su obra (es elogiable la tarea de L. Hegyi como divulgador del arte contemporáneo de la Europa central y oriental).

Fue una experiencia única para el transeúnte ver, mientras mantenía una conversación con él, cómo Milunovic acababa de montar sus objetos de cobre y vidrio –“máquinas buenas”, las denomina–, que poco a poco iban adquiriendo las formas con que las había concebido.

Las cuatro "máquinas buenas" de Milunovic.

Pese a que firma sus creaciones simplemente como Milunovic, Mihael Milunović (que es su nombre escrito correctamente con la grafía serbocroata) es un artista polifacético nacido en Belgrado en 1967, en el seno de una de las innumerables familias mixtas que se habían formado en la antigua Yugoslavia (padre montenegrino, madre croata y algo de sangre albanesa, dijo cuando el transeúnte le preguntó cuál consideraba que era su nacionalidad: “Soy belgradense; el país donde nací ya no existe, no me siento vinculado a ningún grupo étnico”). Se formó artísticamente en la Academia de Bellas Artes de la Universidad de Belgrado (1987-1995) y finalizó sus estudios de especialización en la École nationale supérieure des Beaux-Arts (ENSBA) de París cuando en 1995, después de la guerra en el espacio ex yugoslavo, se estableció en Francia. Ahora reside en Bruselas, aunque viaja con frecuencia a Belgrado y ha expuesto sus obras tanto allí como en otras ciudades de Serbia.

Pulmones mecánicos (2009),
tinta sobre papel.

Milunovic, que hizo su primera exposición individual precisamente en Belgrado, en 1995, y que más tarde ha presentado su obra en numerosos países, es un auténtico artista poliédrico. Después de haberse dedicado inicialmente a la pintura, ha experimentado con la escultura, el dibujo, la fotografía, las instalaciones, el sonido, el vídeo y los objetos –las “máquinas”–, y ha seguido una trayectoria muy coherente que, a primera vista, puede parecer difícil de interpretar, sobre todo a quienes no estén algo familiarizados con la historia y las diversas realidades político-sociales de los países que durante más de cuatro décadas estuvieron sometidos a regímenes comunistas.

“Tout pour moi devient allégorie” (‘para mí todo se hace alegoría’), afirmaba en su primera época belgradense, cuando aún se dedicaba a la pintura, siguiendo el motivo poético de Baudelaire cuando se refería a los viejos faubourgs parisinos, y permanece fiel a esa idea, aunque la alegoría inicial tenga ahora otros matices: la política, las ideologías, las religiones, el consumismo y, sobre todo, los símbolos, son severamente cuestionados en su obra más reciente, lo cual convierte al artista en un provocador, un crítico implacable de todo lo que nos rodea y que constituye la gran mentira global (para usar la terminología generalizada en nuestros días) con la que se manipula a las masas, tanto políticamente como potenciando los impulsos consumistas.

Instalación Límites (2007), chapa, cables eléctricos y neón.

Como dice muy acertadamente Joan-Francesc Ainaud en uno de los textos que aparecen en el catálogo de la exposición, en las obras de Milunovic podemos percibir un denominador común: “la transgresión de los límites y tabúes para establecer un diálogo crítico con su (y nuestro) contexto moral, filosófico e histórico”. Y eso se manifiesta en algunas de sus creaciones “mediante una deconstrucción subversiva de la simbología nacional (escudo, emblema, signo)”, simbología sobre la cual, y sobre el uso que hace de ella el poder político, apropiándosela, el artista ironiza.

Por eso, y con pretendidos efectos “taumatúrgicos”, Milunovic crea (siempre irónicamente, pese a aparentar cierta credulidad) y presenta por primera vez en esta exposición cuatro “máquinas buenas” de pequeñas dimensiones (unos 50 centímetros de altura; unos objetos que podrían equivaler a aquellos iconos o imágenes de santos portátiles en pequeños armarios hechos a medida, que en este caso son recipientes de vidrio transparente) y de funcionamiento simbólico: Captor, Acumulador, Generador y Conspirador. Todos ellos, según él, transmisores de energía positiva.

Conspirador (2010),
cobre, vidrio y aluminio.

Lóránd Hegyi se refiere, en el mismo catálogo, al radicalismo de Milunovic con imágenes y objetos que producen un impacto emocional en el espectador, pero insiste en el hecho de que también “lo enfrentan a incómodas y provocadoras referencias procedentes de la historia y la política, la religión y la mitología, los contextos ideológicos y el onírico simulacro de la vida cotidiana de las nuevas sociedades de consumo”, y añade que “evidentemente, él trabaja con narrativas típicas de las llamadas experiencias poscomunistas, narrativas que cobran una determinación específica en la situación postyugoslava y posiblemente sean aún más confusas debido a que al público occidental le cuesta seguir sin dificultad la sofisticada estructura de citas y referencias a la historia y la política contemporáneas de la Europa central y del Este”.


Presentación de la exposición durante el acto inaugural,
el 10 de septiembre de 2010. De izquierda a derecha:
Joan Marí, director de la Fundació Vallpalou;
Lóránd Hegyi; Joan-Francesc Ainaud, director
artístico de la fundación, y Mihael Milunovic.

Desde este reiterado punto de vista, precisamente, al transeúnte le parece interesante la aproximación que nos propone Mihael Milunovic a estas concepciones, que poco tienen que ver con los estereotipos que se nos han presentado a menudo de aquellas sociedades que hasta hace poco más de veinte años constituían la “otra Europa”; una parte considerable del continente que se aproxima a nosotros, con muchas dificultades pero decididamente, y que hemos de entender si queremos construir una Europa común, tarea todavía difícil, pero probablemente posible o, por lo menos, esperanzadora.


Mihael Milunovic
Accumulate / Acumular

Fundació Vallpalou
Calle Roger de Llúria, 2, bajos, Lleida
10 de septembre - 30 de octubre de 2010










Fotografías de Albert Lázaro-Tinaut.
Haced clic sobre las imágenes para ampliarlas.

24 comentarios:

Juan Arias Bermeo dijo...

Buenos días, transeúnte. Simpática la obra de Milunovic, lo digo a golpe de fotografía por no poder conocerla de cuerpo presente. Merced a la crónica que haces de los antecedentes de este artista que se declara "ciudadano del universo", siento empatía por su mordaz crítica a la maquinaria de control en que se han convertido los gobiernos desarrollistas, bajo el lema de "uníos para producir y consumir a muerte".

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Juan: me satisface que el mensaje de Mihael Milunovic haya llegado a tierras americanas. Es una pena que no puedas conocer mejor su obra, aunque a través de Google encontrarás algo más sobre él.
Estamos de acuerdo en la apreciación de su vision crítica y a la vez irónica de la sociedad, sometida a ese poder casi absolutista que nos explota por todos los medios posibles.
Gracias por tu visita y por tu interesante comentario, y un saludo desde Barcelona.

Elizabeth dijo...

Cartílagos de la sociedad preconizan los ángulos de su caída. Cada vez, menos libre.

Excelente reportaje, saludos fraternos Albert.

Liliana Lucki dijo...

Maravillosa experiencia de un arte particular.

Me ha llegado profundamente .

Saluda desde Argentina,Liliana

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Críptico tu comentario, Eli, pero interpretable, como interpretable es la obra de Mihael Milunovic.
Agradezco mucho tus palabras.
Un saludo cordial.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Liliana: Me alegra mucho leer que, a pesar de la brevedad de mi comentario, el arte de Milunovic te ha llegado, lo cual, como artista que eres, tiene para mí un significado muy profundo.
Muchas gracias por haber contribuido con tu valiosa opinión.
Saludos cordiales.

Patrick dijo...

Très intéressant, artiste prolifique bien mis en valeur par la qualité de cet article.
Agréable soirée.

Santiago Ocampos dijo...

Un blog excelente, con muy buenos artículos y variados temas, me gusta mucho visitar un blog que me enseñé cosas interesantes.

Un abrazo

Santiago

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Merci, Patrick, par votre genti commentaire.
Salutations amicales.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Santiago: Agradezco mucho tus elogiosas palabras y me satisface saber que lo que publico en esta bitácora te gusta y te resulta útil.
Un abrazo también para ti.

R dijo...

Olá Albert,

Vim até aqui para lhe dizer que tenho um post no meu blogue "Uma Mansarda em Lisboa", em que refiro várias cidades espanholas, das quais a Mansarda recebe visitas. Falo de Barcelona e do seu blogue.

Um abraço

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Estimada Mariinha: ¡qué bella sorpresa verme citado en tu blog, en el que difundes, además, esta bitácora! Muito obrigado!
Como he dejado escrito en un comentario, soy un enamorado de Portugal, de sus bellas ciudades y, sobre todo, de sus gentes, simpáticas, amables y sencillas: la humildad y la dignidad hacen grandes a las personas y a los pueblos, y Portugal tiene ambas cosas.
Abraços para você também (y perdona que no conteste en portugués: lo escribo muy mal pero lo leo muy bien).

Denís Obregón dijo...

No sabés como agradezco que alguien ocupe su tiempo para presentar a artistas comprometidos como este Yugoslavo y muestre su obra: el arte es universal y en tiempos de decadencia como ahora esos lenguajes como el de Michael Milunovic creo son importantes para despertar conciencias y alejar prejuicios.
Gracias amigo por la satisfacción que me produce tu articulito, que me ha alegrado el día a la hora crucial del desayuno.

Denís desde La Plata (Argentina)

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Me agrada tu comentario, Denís, porque demuestra que has conectado muy bien con el espíritu que transmite en sus obras Milunovic.
Gracias a ti por tus palabras y un saludo cordial.

Anónimo dijo...

todos los dias trato de escapar de los cachetazos que la sociedad de consumo le da a la gente. es una pena ver la esclavizacion a traves de tantas necesidades que se inventan. Aplaudo al artista. No se que ocurre en otros lugares, pero aca en argentina da pena ver que casi todas las familias tienen mas telefonos que personas, por citar algo.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Sergio, el consumismo no es algo exclusivo de la Argentina, es un fenómeno que lamentablemente se ha extendido por todo el planeta; lo que he observado, ¡oh paradoja!, es que donde hay menos posibilidades económicas se consume más desenfrenadamente: eso sólo puede deberse a la apariencia de quieren mostrar algunas personas. ¡Y cuánta basura se vende! ¡Y cuántas cosas innecesarias! El poder económico se lo ha montado muy bien y el "ganado" (nosotros) cae fácilmente en las tentaciones, aunque sean inútiles.
Agradezco tu comentario crítico, que tiene mucho que ver con lo que denuncia Milunovic a través de su obra.

María Eugenia Mendoza dijo...

Hola Albert:
Resulta muy interesante conocer la obra de Milunovic. Tu reportaje, como siempre, es muy ilustrativo. Me quedo reflexionando en lo que hay atrás de esas inquietantes "máquinas buenas".
Va un abrazo cariñoso.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

María Eugenia: Detrás de esas "máquinas buenas" hay, sin duda, algo de magia y, sobre todo, una buena dosis de esperanza (y también de utopía, de la cual el artista es consciente). En cualquier caso ha conseguido su propósito principal, que es invitar a la reflexión a partir de su propia reflexión, la que lo ha motivado a crear su obra. Me alegro de que la hayas apreciado.
Un abrazo cordial también para ti.

Anónimo dijo...

Hola. Vivo en Madrid y colecciono catalogos de exposiciones de arte. Puede conseguir uno de esta? Como he de pedirlo?
Gracias.
Juanjo

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Juanjo: Supongo que el mejor camino es escribir a la Fundació Vallpalou y preguntar si les quedan y si los venden por correo. Su dirección electrónica es fvp@fundaciovallpalou.org.
Saludos.

Phivos Nicolaides dijo...

Another comprehensive article by you! Warm regards.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Thank you very much, dear Phivos.
Greetings!

Harry E. Hermosilla dijo...

Ha sido un feliz descubrimiendo su blog, por el que le felicito. Como crítico de arte y gestor de muestras artísticas me han complacido estos apuntes acerca de un artista sobre el que me he estado informando más ámpliamente a través del net. Anoto su nombre para tenerlo en cuenta en lo sucesivo.
Mis saludos respetuosos desde Santo Domingo.

Harry

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Me alegro de que esta bitácora le haya gustado, Harry, y sobre todo que le haya interesado la obra de Milunovic. Espero que continúe visitándome.
Gracias por sus palabras y un saludo cordial desde Barcelona.