24 diciembre 2009

En Travnik, tras los pasos de Ivo Andrić


En el otoño de 2008, el transeúnte recorrió durante unos cuantos días las maltratadas tierras de Bosnia-Herzegovina, empujado por los dolorosos recuerdos de las imágenes de una guerra que se había desencadenado pocos años antes en medio de Europa, en el corazón de los Balcanes, a una distancia relativamente pequeña de su casa; y quedó cautivado por los paisajes, las ciudades y, sobre todo, la gente que allí encontró. Con las heridas de aquella guerra aún mal cerradas y las cicatrices visibles por doquier, se movió un poco al azar por el territorio de un país casi inexistente, que le habría parecido fantasmagórico si no hubiera sido por la vitalidad y la dignidad de sus habitantes. Volverá a hablar más de una vez de él en esta bitácora.

Alguien procedente de allá, que había huido a tiempo de la hecatombe, recomendó al transeúnte que se adentrara en el centro de aquel espacio geopolítico y visitara dos ciudades que habían sido claves en la historia del país: Travnik y Jajce. A Travnik ya tenía previsto ir, si podía, atraído por la biografía y la obra de Ivo Andrić, el escritor que nació allí y que fue distinguido con el premio Nobel de literatura en 1961. El transeúnte había leído en su adolescencia la primera traducción al castellano de su obra más conocida, Un puente sobre el Drina, cuando el editor Caralt la publicó, en 1963.


Bosnia-Herzegovina (BH a partir de ahora) es un país dividido en dos entidades nacionales: la Federación de Bosnia-Herzegovina (Federacija Bosne i Hercegovine o croato-musulmana, como algunos la denominan), que ocupa el 51% del territorio, y la República Serbia (Republika Srpska), que ocupa el 49%. Esta división, bastante azarosa y que comportó grandes movimientos de población, fue establecida por el acuerdo de Dayton (oficialmente: General Framework Agreement for Peace –GFAP–, estipulado el 21 de noviembre de 1995 en la base aérea estadounidense de Wright-Patterson, cerca de Dayton, Ohio), que, según la historia oficial –la realidad la contradice constantemente–, resolvió el “conflicto civil yugoslavo” y, de paso, “el conflicto de Bosnia” (¡fijaos en el eufemismo tras el que se enmascaró aquella espantosa tragedia que dejó asolado el país entre los años 1992 y 1995!). Pero, de hecho, en la actual BH se enfrentan, además de otros más ocultos y sutiles, y sobre todo más oscuros, los intereses de tres grandes comunidades muy bien definidas: los serbo-bosnios, los bosnio-croatas y los bosniacos (bošnjaci, denominados Musulmanes, con m mayúscula, durante muchos años y hasta hace relativamente poco, por los regímenes titista y post-titista yugoslavos), sin que tengan ningún papel representativo en las instancias políticas algunas minorías nada menospreciables, como los judíos o los rom (gitanos), por ejemplo.

Travnik, a unos 70 kilómetros al noroeste de Sarajevo, es actualmente la “capital” del cantón (pequeña entidad político-administrativa) de la Bosnia Central (Srednjobosanskog kantona), uno de los diez kantoni adjudicados por el acuerdo de Dayton a la Federación de BH. Como muchos otros, es un cantón mixto donde conviven en relativa armonía unos 50.000 ciudadanos de, por lo menos, dos de las tres grandes comunidades que conforman la realidad humana de BH: bosnio-croatas y bosniacos. La ciudad, de forma alargada, con una estructura casi calcada de la de Sarajevo, se extiende de este a oeste sobre las dos orillas del río Lašva, y los barrios septentrionales y meridionales trepan por las colinas y las pendientes de las montañas.

Lugar estratégico en el valle del Lašva, encajado entre los macizos montañosos de Vlašić, al norte, y Vilenica, al sur –que forman parte de los Alpes Dináricos–, Travnik ha tenido siempre un papel histórico destacado, primero como asentamiento de pobladores neolíticos y después como colonia romana (en la provincia de Iliria); más tarde, dentro del Imperio bizantino, estuvo integrada en el reino de Croacia –se la conocía como la “Croacia Roja” –. En el siglo XII, cuando se formó el reino independiente de Bosnia, que tenía su capitalidad en Jajce, el territorio de Travnik pasó a ser una provincia (župa Lašva) y en la ciudad se construyó, a principios del siglo XV, la fortaleza (el Kaštel). Después, a partir del año 1463, cuando el reino fue anexionado por Mehmet II, sultán de la Sublime Puerta, y se inició el largo período de la ocupación otomana, Travnik fue sede del visir de Bosnia, y a comienzos del siglo XIX se convirtió también, aún como ciudad otomana, en un importante centro diplomático al establecerse allí representantes de los gobiernos de Austria y Francia.


La presencia de legaciones extranjeras, “cristianas”, en Travnik supuso un cambio notable en la dinámica de la ciudad. Aquel momento está magistralmente descrito por Ivo Andrić en una de sus mejores obras: Crónica de Travnik. A pesar de las resistencias y reticencias de los dignatarios locales, temerosos de que los extranjeros instaurasen costumbres perversas y, sobre todo, acabaran con sus prebendas, en las postrimerías del mes de febrero de 1807, “el último día del ayuno del ramadán, una hora antes de la cena ritual, bajo el frío sol que marchaba a su ocaso, la gente de los barrios bajos pudo contemplar la llegada del cónsul”, dice Andrić al final del primer capítulo de la novela refiriéndose a la aparición en la ciudad del representante del entonces mítico –especialmente en aquellos parajes– Napoleón Bonaparte, y de su pequeño séquito. Y continúa narrando Andrić: “En el centro de la comitiva, sobre un caballo tordo, gordo y viejo, cabalgaba el cónsul general francés, el señor Jean Daville, un hombre alto de ojos azules, cara rubicunda y bigotes rubios. Junto a él, un compañero de viaje casual, el señor Pouqueville, que se dirigía a Jannina, donde su hermano era cónsul de Francia. Tras ellos, a unos cuantos metros de distancia, montaban Pardo, el judío de Split, y dos corpulentos habitantes de Sinj al servicio de Francia”. Y al comienzo del segundo capítulo del libro, leemos: “El séquito del cónsul se alojó en la posada, y el cónsul y el señor Pouqueville, en la casa de Josif Baruh, el judío más rico y respetable de Travnik, porque la mansión que se estaba restaurando para el consulado francés no estaría acabada hasta dos semanas más tarde”.

En aquellos años, la cotidianidad de Travnik se precipitó hacia una profunda transformación. Los comisionados de los imperios de Occidente impulsaron los intercambios comerciales y la ciudad se convirtió en etapa imprescindible en las nuevas rutas impuestas por la modernización del Imperio otomano. Después de siglos de aislamiento y de un cierto oscurantismo, por sus calles comenzaron a pasear extranjeros, hablantes de diversas lenguas que utilizaban el francés como lingua franca. No pasarían muchos años hasta que los Habsburgo, amparados en las decisiones del Congreso de Berlín, se hicieran cargo de la administración de Bosnia (1868), iniciasen de esta manera la expansión del Imperio austrohúngaro hacia los Balcanes centrales y emprendieran un proceso de industrialización alrededor de Travnik, especializado mayormente en la manufactura textil y la madera. Cuando en 1908 el territorio bosnio se integró de facto en el Imperio bicéfalo, la ciudad y su entorno habían perdido buena parte de su legendaria “autenticidad balcánica” (lo que los franceses denominaban couleur locale), aunque la mayoría de sus habitantes nunca se benefició del progreso económico y, por tanto, no modificó demasiado su estilo de vida tradicional. En el barrio viejo el transeúnte aún halló algunos –escasísimos– vestigios de esa tradición, y pensó que sería bueno que el veneno del mercantilismo no le diera el golpe de gracia. Inshallah!

La Travnik de hoy es lo que queda de la gran transformación que sufrió la ciudad durante los años en que BH formó parte de Yugoslavia (1918-1992) y como consecuencia de la guerra reciente. Pese a que bosniacos y bosnio-croatas están integrados, oficialmente, en la misma Federación, continúan divididos en muchos sentidos, como en el delicado terreno de la educación (los programas educativos de las tres grandes comunidades que conforman BH, por ejemplo, son diferentes, y más vale no hablar de las enormes contradicciones que se encuentran en los manuales de historia); la convivencia aparenta normalidad –o al menos es lo que le pareció al transeúnte cuando visitó la ciudad y lo que le manifestaron, con su espontaneidad hacia el extranjero, siempre bienvenido y acogido con la tradicional hospitalidad balcánica, las personas con las que habló–. Sin embargo, la separación física entre las dos comunidades en Travnik es manifiesta. Mientras que las instituciones croatas (católicas) se sitúan al sur del núcleo urbano (es decir, en la orilla derecha del Lašva), en la orilla izquierda del río se asientan mayoritariamente los bosniacos. La iglesia de la ahora reducidísima comunidad ortodoxa también se halla al sur de la ciudad, en los barrios de mayoría católica.


Desde el punto de vista monumental, la islámica otomana es, sin duda, la cultura que ha dejado la arquitectura más interesante. Al transeúnte le impresionó la bellísima mezquita Sulejmanija, conocida popularmente como Šarena džamija (‘la mezquita coloreada’), uno de los escasos templos musulmanes decorados tanto interior como exteriormente. La parte inferior, a nivel de la calle, que soporta el templo con hileras de formidables columnas, es el Bezistan, el bazar. El edificio se acabó de construir en el año 1757 y es una de las joyas del arte islámico en los Balcanes.

La Šarena džamija se levanta en el barrio más oriental de la ciudad, el más antiguo, conocido como Donjoj Čaršiji, la parte baja, donde está también la Sahat-kula na Musali (la torre del reloj de Musala) y la zona más animada de Travnik, con cafés, restaurantes y un sinnúmero de joyerías que ofrecen una cantidad impresionante y muy variada de piezas de plata, oro y oro blanco de gran belleza a precios bastante atractivos para los visitantes procedentes del “mundo rico” (“¿Cómo se puede vender todo esto?”, se preguntaba el transeúnte al ver aquellos tesoros). También se encuentra, en la plazoleta que se abre delante del bazar, una pequeña librería y una serie de comercios tradicionales. De esta plazoleta arranca la calle más larga y popular de Travnik, la Bosanska ulica, que atraviesa casi toda la ciudad de este a oeste.

Después de haber recorrido esta parte del núcleo urbano, el transeúnte cruzó –¡con todas las precauciones del mundo!–, la Magistralni put, es decir, la carretera general M-5, y reunió ánimos para trepar por las primeras estribaciones del macizo de Vlašić, donde descubrió uno de los arrabales más interesantes de Travnik. De repente, a partir del lienzo blanco de un cementerio islámico y con la mirada fija en un panorama sorprendente de minaretes que se alzan a diversos niveles por la pendiente de la montaña, se dio cuenta de que cruzaba una serie de mahali, pequeños barrios musulmanes casi superpuestos. Entre las mezquitas, más grandes o más pequeñas, diseminadas por este sector destaca por la elegancia de sus líneas la Jeni džamija (la ‘mezquita nueva’), a los pies del Stari grad, ampliación otomana del Kaštel medieval, con su minarete de piedra gris, que domina Travnik y buena parte del valle desde la altura rocosa donde se asienta.

Ya ha dicho el transeúnte que uno de los motivos que lo llevaron a Travnik era seguir los pasos de Ivo Andrić, autor controvertido, sobre todo desde la desaparición de la Federación de Yugoslavia, y reivindicado (o infamado, según el caso) por las tres comunidades: nació en Dolac, en la Bosnia entonces controlada por el Imperio austrohúngaro, el 9 de octubre de 1892; era de nacionalidad serbia, pero de religión católica; estudió en Zagreb, Cracovia, Viena y Graz, se consideró siempre yugoslavo y murió en Belgrado (capital de la República Federal Socialista de Yugoslavia), donde residía, el 13 de marzo de 1975. ¿Quién no quiere “para los suyos” una gloria nacional yugoslava, un premio Nobel de literatura “por la fuerza épica con la que describió los destinos humanos de la historia de su país”? Pero, ¿qué país? Para muchos, aún Yugoslavia; para los serbios, Serbia, donde había fijado la residencia –en Belgrado está el principal museo dedicado a su memoria y la fundación que administra los derechos de autor de sus obras–; para los bosnios, naturalmente, Bosnia, donde nació y donde están los escenarios en los que se desarrollan sus obras más notables, Na Drini ćuprija (‘Un puente sobre el Drina’) –un puente de la ciudad de Višegrad, integrada ahora en la República Srpska, a pocos kilómetros de la frontera con Serbia– y Travnička hronika (‘Crónica de Travnik’), las dos publicadas en 1945, después de la segunda guerra mundial.

Sea como fuere, Andrić vivió en Travnik, en una elegante y bonita casa que hallamos en el número 13 de la calle Zenjak, limítrofe con barrio antiguo de la ciudad, convertida ahora en museo-memorial, con un restaurante algo chic en los bajos donde muchas parejas celebran su banquete de bodas. Al transeúnte le dijeron que nació allí, pero las fuentes fidedignas señalan que su madre lo alumbró en una localidad próxima que se llama Dolac. En todo caso, aquella casa de Travnik fue su casa y, además de numerosas fotografías, una decoración y un mobiliario muy “a la otomana” y un montón de recuerdos, conserva una buena colección de ediciones de sus obras y de traducciones a diversas lenguas.

El transeúnte no podía quedarse mucho más tiempo en Travnik. No pudo visitar la madraza, por ejemplo, en el extremo oriental de la ciudad, ni el mausoleo de Ibrahim-dedo, algo alejado del centro, en las afueras, junto a la carretera de Sarajevo; ni el Museo de la Ciudad. Sí que vio de pasada los mausoleos de los visires, la torre Hasanpašić y la céntrica mezquita de Hadzhi Alibei.


Para salir de la ciudad, igual que para llegar a ella, el transeúnte tuvo que caminar un buen rato hasta la estación de autobuses, que está al oeste de la ciudad, en el barrio de Kasarna, en el otro extremo del centro histórico. Se dijo que volvería a Travnik para visitarla con más calma, aun sabiendo que el viajero se siente inevitablemente atraído por los cantos de sirena de los lugares que desconoce.

Referencias bibliográficas:


-
Ivo Andrić: Crónica de Travnik. Traducción de Luisa Fernanda Garrido Ramos y Tihomir Pištelek. Editorial Debate, Barcelona, 2001. Las citas se han reproducido de esta edición.
-
Ivo Andrić: Un puente sobre el Drina. Traducción de Luis del Castillo. Editorial Debate, Barcelona, 1996.

Fotografías, de arriba abajo:

- Travnik al atardecer desde las alturas septentrionales.

- El río Lašva.

- Una postal de Travnik de finales del siglo XIX.

- Sello del correo militar austrohúngaro de Bosnia-Herzegovina.

- La Šarena džamija (‘mezquita coloreada’) y las columnas del Bazistan (bazar).

- Imagen de la parte baja de la ciudad vieja.

- La Jeni džamija (‘mezquita nueva’).

- Ivo Andrić delante del puente sobre el Drina en Višegrad.
- La casa-museo de Ivo Andrić.
- La mezquita de Hadzhi Alibei.

© de las fotografías: Albert Lázaro-Tinaut.


Podéis clicar sobre las fotografías para agrandarlas.


Agradecimiento: a Džana, por haber alentado al transeúnte a viajar al corazón de Bosnia.


Traducción del catalán: Carlos Vitale.

48 comentarios:

ruma dijo...

Feliz Navidad a usted y el tuyo también!

Tener una temporada de vacaciones maravillosas y seguro!

Desde el Lejano Oriente.
Saludos.

Stephanie dijo...

Hello Albert! very beautiful photos of the town. The town is beautiful! I wish you a blessed Christmas and a very happy New Year! Sorry I do not read your language and no 'translate' to English function here.

Javier dijo...

Hola Albert. Los que han leído un poco de historia saben que el territorio de la antigua Yugoslavía ha sido durante mucho tiempo un polvorín. Ese elemento, casi de tragedia griega, ejerce una fuerte atracción sobre mí. Me imagino que, queda mucho trabajo de historiografía por realizar en ese territorio sobre la guerra de principios de los 90, con sucesos como lo de Srebrenica. Un saludo y felices fiestas

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Gracias, Ruma2008, por su comentario y por visitarme desde un lugar tan lejano del Planeta: esta es la gran maravilla del ciberespacio, un mundo paralelo en el que no existen distancias, que nos aproxima y que nos permite compartir sentimientos y experiencias. Ha sido una grata sorpresa para mí encontrar sus palabras.
Mis mejores deseos para el nuevo año desde estas orillas del Mediterráneo.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Stephanie: thank you very much for your kind comment. Happy new year, with a lot of beautiful photos in your blog!

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Javier: te agradezco mucho el comentario y el que hayas accedido a mi bitácora.
Efectivamente, la antigua Yugoslavia es todavía un polvorín en potencia, aunque los ánimos se hayan calmado un poco en los últimos años. Son muchos los intereses internacionales que se mueven por allí, algunos más perceptibles y otros menos. Sin embargo, es muy interesante viajar por aquellas tierras y darse uno cuenta de la fortaleza con que las gentes intentan superar la tragedia, que a una gran mayoría ha tocado de lleno. Pese a todo, los habitantes de aquella región son su gran riqueza.
Volveré a hablar, sin duda, de mis experiencias en Bosnia-Herzegovina.
Un saludo cordial y el deseo de que el nuevo año sea, al menos, llevadero para todos.

magicpolaroid dijo...

ciao Alberto, grazie per visita, passerò anche io qui nel tuo blog di tanto in tanto per un saluto, complimenti per il tuo italiano!
Buone Feste!
Luis

Pietro Brosio dijo...

Alberto, grazie il gentile commento. Nel tuo blog ci sono articoli interessanti e belle immagini, lo seguirò con piacere.
Buone Feste e Buon 2010!

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Luis, grazie anche a te per la visita.
Ti auguro tanti successi.
Saluti cordiali.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Pietro, sarà un piacere ritrovarti nel mio blog. Ti ringrazio per i complimenti e ti rifaccio gli auguri per il 2010.
Saluti cordialissimi da Barcellona.

Vicente B dijo...

Muchas gracias por enviarme el link de tu página. Siempre me han gustado los viajes, aunque no viajo ni la mitad de lo que me gustaría... excelente blog...!!!

Unknown dijo...

Gracias por tus amables palabras en mi blog, yo también me agrego como seguidor.
Felices Fiestas.
Un saludo

MedaM dijo...

It is great to know that you have visited my country. I am sorry that I cannot understand the article that you have written about Travnik. I hope you enjoyed your staying in that really charming town.
Thank you for visiting my blog and for your nice and kind comment.
Have a very happy New Year to you too!
Best regards from Sarajevo

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Muchas gracias, Vicente, por tu comentario. Si no tienes muchas ocasiones de viajar, espero que mis experiencias te interesen y te ayuden a conocer otros lugares.
Te deseo un feliz 2010.
Un saludo cordial.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Pili: gracias por haber agregado mi bitácora a los blogs que sigues. Yo también me comprometo a seguir el tuyo.
Feliz año y un saludo cordial.

Sonia Schmorantz dijo...

É um ótimo trabalho! Obrigado por sua visita estarei seguindo este blogger para poder ver suas atualizações.
Um abraço e boas festas, que 2010 seja um ano de paz para todos

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

MedaM: Thank you very much for your comment. I am sorry that you could not read my text (I have to add a translator widget!).
In november 2008 I have visited BiH, and it was an amazing experience! I have spent a week in Sarajevo, a wonderful town with which I fell in love. BiH is a very beautiful country.
I wish you a happy new year.
Best regards from Barcelona.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Sonia: muchas gracias por el comentario y por interesarse en seguir mi bitácora. Yo también seguiré su blog.
¡Feliz año 2010! Y un saludo cordial desde Barcelona.

Marian Raméntol dijo...

Prometo ponerme al día en cuanto acaben las fiestas, no pienso perderme los paisajes y las vistas que me ofrece esta ventana al mundo, eso ni hablar!

Un beso fuertísimo!!!!

Marian

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Querida Marian: esta ventana siempre estará abierta para ti... aunque son más bellos, interesantes y meritorios tus infinitos horizontes poéticos que los que yo pueda mostrar en mi bitácora.
Un beso.

chrieseli dijo...

Albert: se viaja ciertamente a través de tu bitácora. Precisas instrucciones a quienes aún no llegamos a esa parte del globo.
Un saludo desde donde empieza la Patagonia oriental.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Mil gracias, chrieseli: me satisface enormemente que se cumpla de algún modo mi propósito, que es el de dar a conocer lugares a los que todavía no llega, o llega escasamente, el turismo masivo. Europa está llena de rincones interesantes, como sin duda lo está cualquier continente..., pero este lo tengo más a mano.
Un saludo a esas tierras patagónicas, donde asoma ahora el verano, desde el incipiente invierno mediterráneo.

Tania dijo...

Thanks for nice comment om my blog:-) I do not understand the language, but you have lots of nice pictures. I especially like the mountain pictures:-)
Wish you a Happy New Year from Norway!

Mercedes Pinto dijo...

Te estoy leyendo con mucha atención; pero como no dispongo del tiempo suficiente lo haré en varias visitas. Me parece muy interesante la información que nos regalas en tu blog.
Enhorabuena. Volveré.
Saludos.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Thank you very much for your comment, Spiderman.
Happy New Year and best regards.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Mercedes: te agradezco sinceramente el comentario y me satisface que te interese mi bitácora. Gracias por leerme.
Un saludo cordial.

Rodlem dijo...

Es una grata sorpresa que su ilustre mano haya visitado nuestro humilde blog.


Agradecidos por su comentario, y deseandole los mejores augurios para esta nueva etapa que comeinza.

Pleno 2010!

Desde BAires.

luis tavares dijo...

Olá Albert!

Bom ano 2010.

No se hablar castellano o Catalan...

Buenas fotos....

mis blogs
http://www.lerougeetnoir.blogspot.com/
e
http://donatien52.blogspot.com/

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Rodlem: ni modesto (su blog) ni ilustre (mi mano). Es un placer haber recibido esta visita desde Buenos Aires.
Que el año 2010 les sea propicio.
Un saludo cordial desde Barcelona.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Luis: gracias por su visita. No es tan importante conocer las lenguas para comunicarse: las imágenes de su blog hablan por sí mismas y transmiten emociones... Eso es lo que importa.
Buen 2010 también para usted.
Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Miuchas gracias por tu invitación es un blog muy interesante, Volveré.
Felices fiestas y feliz Año nuevo.
Un saludo,
Serge

Armida Leticia dijo...

Desde México, un saludo, recibí el mensaje en mi "mail", estaré visitando su sitio, que me parece muy interesante.

¡¡Feliz año 2010!!

Jenny Eshjey dijo...

Hi Albert,

Thanks for dropping by. I follow your blog but sorry I can't understand your languages. No Google translator?

Happy New Year!!

Jenny;-D

Luisa dijo...

Hola, Albert. Gracias por mandarme tu link. Tu blog es muy interesante. Me gustan los viajes y la arquitectura del mundo. Tu recorrido a través de los ojos del premio Novel de literatura, Ivo Andric es una maravilla. Las fotos también. La historia de BH es impresionante. No todos los días tiene una la oportunidad de viajar por la geografía tomando una taza de café en la comodidad de mi cocina.

Espero que te pases por mis Tierras. Están a una distancia de “clip”.

Un saludo y Feliz 2010.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Serge, Armida Leticia: muchas gracias por haberme visitado. Seguiré con interés vuestros blogs.
Que el año 2010 os sea propicio: os lo deseo con un saludo cordial.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Jenny, thank you for your comment.
Now you have a translator in my blog! Search "inglés" for "English".
Happy new year!!!
Best regards.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Luisa: muchísimas gracias por tu comentario y por haber leído con tanto interés mi relato sobre Travnik.
Me he pasado por tus Tierras: muy bueno el microrrelato del hipnotizador, aunque en este caso dudo de que la realidad supere a la ficción...
Ya me he apuntado entre los seguidores de tu blog.
También a ti te deseo un año para no olvidar (en el sentido positivo de la expresión, claro) y te hago llegar mis saludos cordiales.

susana dijo...

Un gran placer conocer tu blog, una interesante manera de aprender, un viaje virtual hacia una cultura desconocida, una realidad diferente, paisajes lejanos a lo s que nunca accedi. Precioso espacio, me cautivó. Un cordial saludo!

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Te agradezco sinceramente el comentario, Susana. Me safistace que mi pasión por conocer los lugares inhabituales resulte interesante para quienes me leéis.
Te saludo cordialmente.

anne fatosme dijo...

Albert, cruzo los dedos a ver si por fin consigo colgar un comentario. Es la cuarta vez que lo intento!
Me he paseado por tu blog y el paseo aparte de resultar interesante me ha resultado de lo más entretenido!
Además te quiero contar algo que nos atañe a tu blog y a mí:
mi madre era una gran lectora, murió el año pasado y la incineramos con sus tres libros preferidos. Uno de ellos era EL PUENTE SOBRE EL DRINA.
El mundo es a veces muy pequeño y muy bonito.
Un abrazo.
Anne

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Agradezco mucho tu perseverancia hasta haber podido colgar tu comentario, Anne. Me satisface que esta bitácora te resulte interesante y te guste lo que publico. Sin embargo, lo más emotivo de lo que me dices es lo del apego de tu madre a la obra de Andrić: no sólo debía de ser una gran lectora, sino que se apasionaba por la buena literatura, la que deja huellas indelebles (a mí, esa obra me las dejó ya en mi adolescencia). Además, las coincidencias son siempre maravillosas, tienen algo de mágico incluso para los más escépticos en ese terreno.
Un abrazo también para ti.

Armindo C. Alves dijo...

Caro Lazaro
Obrigado pela visita e agrádavel comentário.
Te felicito igualmente pelo teu trabalho e artigos muito específicos.
Que privilégio essas viagens e esse conhecimento do mundo.
As melhores felicidades para o Novo Ano 2010.
Abraço.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Gracias, amigo Alves, me honra tu comentario. Yo admiro tus hermosas imágenes de la naturaleza, es decir, de la vida: añadiré tu TERRA VIVA a los enlaces de esta bitácora.
Mis mejores deseos también para ti en este nuevo año.
Un abrazo.

Bleid dijo...

Hola Albert
he visto tu e-mail y me alegro prque asi he conocido tu blog que por cierto esta genial, si te interesa hacemos un intercambio de enlaces.
un cordial saludo
diego

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Agradezco tu visita y tu comentario, Diego, y acepto tu propuesta: ya he enlazado tu blog VOLANDOVOY a mi bitácora.
Un saludo cordial.

A. Morales Cruz dijo...

Lo que veo es un buen escritor el que documenta estos interesantes rincones de europa... le pones muy buen toque y uno la pasa muy bien.. gracias por enterarme de tu blog... desde Panamá un saludos
A. Morales Cruz

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Muchas gracias por el comentario. No pretendo alcanzar la gloria como escritor ni como ser humano, sino sencillamente transmitir mis experiencias y mis emociones. Si lo consigo, me siento más que satisfecho...

Anónimo dijo...

Poderá contactar-me através de

http://sobreorisco.blogspot.com/

Abraços

Manuel Poppe