Mujeres haratin en el sureste de Mauritania.
(© Ángeles González-Sinde / Intermón Oxfam)
(© Ángeles González-Sinde / Intermón Oxfam)
Militante abolicionista, Mariem Mint Cheikh Dieng es
una de las principales figuras femeninas de la lucha contra la esclavitud en
Mauritania. De origen hartani [1], abrazó la causa abolicionista siguiendo los pasos
de su padre, que fue militante de el-Hor, la primera asociación que luchó por
la abolición de la esclavitud en su país.
Mariem Mint Cheikh.
(© D.R. / Mondafrique)
(© D.R. / Mondafrique)
En 1983 Mariem se unió en su ciudad natal, Zuérate, a otra
asociación, SOS-Esclaves, y en
2007 conoció a Biram Ould Dah Abeid, un militante subversivo que decidió montar
su propia organización contra la esclavitud: la (IRA) Initiative de Résurgence du
Mouvement Abolitionniste. Mediante sus acciones provocativas, este
movimiento adquirió notoriedad más allá de las fronteras mauritanas. Entonces Mariem
Mint Cheikh se convirtió en uno de sus miembros más activos, y fue detenida en
varias ocasiones por sus actividades militantes. Condenada a prisión en
noviembre de 2014, consiguió evitar que la encarcelaran. La entrevistamos.
Pregunta. Desde la IRA, usted denuncia las
prácticas esclavistas que aún perduran en Mauritania. ¿En qué consisten esas
prácticas?
Respuesta. Las grandes familias árabo-bereberes [2] que ocupan, en buena parte, los puestos de
poder político y económico en el país, jamás han acabado con el sistema de
servidumbre ni con el racismo. Muchas de ellas continúan teniendo esclavos en
sus casas, sometidos con frecuencia a trabajos penosos. Se trata, por lo general,
de personas analfabetas cuya propiedad pasa de padres a hijos. Sus hijos
menores no son escolarizados y también han de trabajar para sus amos. Su
condición de esclavos hace que puedan ser vendidos o intercambiados, como
cualquier otro bien. En Mauritania, las víctimas de estas prácticas pertenecen
a grupos étnicos de color: los negromauritanos y los heratin, que en conjunto
representan aproximadamente el 90 % de la población; el 10 % restante son
árabo-bereberes. Esta tradición racista ha creado un sistema social basado en
la discriminación y la exclusión. Por ejemplo, como haratin, no pueden acceder
a determinados escalafones en el ejército. También es muy difícil que un
descendiente de esclavos pueda conseguir un título de propiedad para una
parcela de tierra, sobre todo si también aspira a ella un mauro.
Manifestación contra la esclavitud en la capital mauritana,
Nuakchot, el 26 de abril de 2015.
(© AFP)
P. Sin embargo, existe un auténtico arsenal jurídico que no solo prohíbe la esclavitud, sino que además debe sancionarla. Por otro lado, las autoridades han decretado una serie de medidas para intentar poner fin a esas prácticas. ¿Se ha notado alguna evolución en ese sentido?
R. Una ley de 1981 abolió oficialmente la
esclavitud, pero la teoría queda todavía muy lejos de la práctica. La falta de
control y el temor a actuar contra algunas familias poderosas hacen que la
esclavitud persista, al igual que la discriminación. Cambian los rostros pero
el sistema esclavista permanece. Una ley del año 2007 prevé, además, que un esclavo puede
denunciar su situación en cualquier comisaría para que se abra una
investigación y se impongan sanciones. Eso, sin embargo, no ocurre nunca. Por
lo general, los esclavos que no gozan de cierta autonomía o no pueden
desplazarse, no están en condiciones de tomar iniciativa alguna ni de presentar
denuncias. La IRA, por consiguiente, ha decidido ir a buscar a los
esclavos en los domicilios de sus amos y presentar denuncias en su nombre en la
comisaría o el puesto de policía más próximo.
Una moderna comisaría de policía en Nuakchot.
(Fuente: giz.de)
P. Al
convertirse en militante de la IRA, usted ha protagonizado acciones relevantes.
¿Qué aporta la IRA a la lucha contra la esclavitud?
R. En 2010 conseguimos la primera liberación de
esclavos. Se trataba de dos muchachas muy jóvenes, de 9 y 14 años, que
trabajaban para una mujer. Llevamos a los policías al domicilio de esa persona
y pudieron constatar la presencia de las dos sirvientas menores, por lo que
detuvieron a la mujer. Fue la primera vez que se puso en práctica una ley
existente desde hacía tres años.
Quisimos estar
presentes en el interrogatorio a esas dos muchachas. La policía había aceptado,
en principio, nuestra petición, pero en el último momento nos negaron ese
derecho y nos echaron de allí por la fuerza. Fue entonces cuando me detuvieron
juntamente con la esposa de Biram. Nos retuvieron durante tres horas y,
mientras salíamos de la comisaría, nos molieron a porrazos. Biram está ahora
mismo en prisión. La IRA ha empleado siempre ese método: se trata de presionar,
de no movernos de donde sea hasta que se aplique la ley.
Lo mismo ocurrió
en 2011, cuando la IRA denunció el caso de seis muchachas esclavizadas en Nuadibú, al
norte del país. Hicimos una sentada en la sala del tribunal con la pretensión
de no movernos de allí hasta que se dictara sentencia, pero una vez más
acabaron echándonos por la fuerza.
Militantes de la IRA manifestándose ante el Palacio
de Justicia de Nuadibú el 9 de julio de 2011.
(Fuente: Nouadhibou Soir)
P. Sin
embargo, el gobierno denuncia sus acciones acusándoles de violencia. Pienso
sobre todo en la quema de libros religiosos realizada por Biram Ould Dah Abeid
en medio de una plaza para denunciar la justificación de la esclavitud desde el
punto de vista de la religión.
Biram Ould Dah Abeid.
(Fuente: Cridem.org)
R. Es algo muy paradójico. Organizamos
sentadas pacíficas y presionamos para que se aplique la ley, nos oponemos sin hacer
uso de la fuerza en ningún momento. Ellos, en cambio, nos echan a porrazos…, ¡y nos acusan de violentos! Las autoridades y las familias
árabo-bereberes que controlan con mano de hierro el poder no soportan que
se desafíe el orden social, pues de lo contrario se sentirían amenazadas.
Por otra parte,
hay que tener muy claro que el islam rechaza la esclavitud. El Corán no
menciona en ningún momento que la esclavitud sea una buena práctica, ni que
deba perdurar. Las autoridades y los esclavistas utilizan el islam para
preservar sus intereses. Lo que quemó Biram era un libro de Malaquías
procedente de Egipto a partir del que algunos exegetas deducen la justificación
de la esclavitud. No se trataba, pues, de la quema del Corán, como intentaron hacer creer. Muchos magistrados, pertenecientes en su mayoría a
grandes familias, se apoyan en esos textos para dictar sentencias en detrimento
de la ley civil, y eso es inadmisible. En 2014 un joven de 28 años fue detenido
en Nuadibú por criticar la justificación religiosa de la esclavitud, fue
condenado por blasfemia y, para colmo de los colmos, el presidente de la república, Mohamed Uld Abdelaziz, lo atacó en un discurso ante una multitud de seguidores. Esa
interpretación religiosa no tiene ningún fundamento.
El presidente de la República Islámica
de Mauritania, Mohamed Uld Abdelaziz.
(Fuente: Afrik.com)
P. Luego
usted fue detenida y encarcelada por haber pedido que pusieran en libertad a
Biram Dah Abeid. Explíquenos cuáles fueron las condiciones de su detención.
R. En noviembre de 2014, una decena de
militantes de la IRA, entre ellos Biram, fueron detenidos mientras hacían
campaña en el sur del país. Para el 13 de noviembre habíamos convocado una
manifestación en Nuakchot con el propósito de pedir su puesta en libertad. Fue entonces cuando me
detuvieron. Las autoridades sabían que yo había apoyado la candidatura de Biram
para las elecciones presidenciales de junio de aquel año. Me tuvieron retenida cinco
días en la comisaría hasta que me mandó llamar el fiscal. Luego me
encarcelaron durante veintiún días. Allí sufrí maltratos y vejaciones. Algunos
presos cómplices del personal penitenciario se dedicaron a insultarme. Estuve
esposada durante varias horas y forzada a permanecer de pie. Al término del
proceso fui condenada a un año de internamiento, pero con prisión suspendida.
Esa es mi condición actual.
La presencia militar en las zonas fronterizas de Mauritania es constante.
(Fuente: Afroline.org)
P.
Mauritania es un país aliado de Francia en su lucha contra el terrorismo en el Sahel. ¿Cómo reaccionan los
responsables políticos franceses frente al problema de la esclavitud?
R. Para las autoridades francesas esa no es una
cuestión prioritaria. Algunos políticos, parlamentarios y miembros de la
sociedad civil de Francia nos apoyan, pero no pasan de ahí, porque el interés
de Francia por mantener una alianza estrecha con Mauritania es muy grande.
Históricamente hay un pacto, más o menos oficial, entre las grandes familias mauritanas
y los franceses para que el Sáhara sea un territorio seguro, de manera que
ellos puedan sacar provecho de ciertos recursos, especialmente mineros. Esa
alianza se mantiene en vigor en el contexto de la lucha contra el terrorismo en
esa zona. Los mauros se las componen siempre para influir sobre el poder.
Traducción del
francés: Albert Lázaro-Tinaut
[2] Se refiere a los bereberes asimilados, es decir, arabizados, y no a los imazighen (bereberes originarios del norte de África, sometidos a los invasores árabes desde el siglo VII), que continúan luchando por el reconocimiento de su cultura, sus tradiciones y su lengua (véase aquí).
(Esta entrevista se
publicó originalmente en Mondafrique el
13 de julio de 2015)
2 comentarios:
Como bien dice Mariem las esclavitud está servida por personas no escolarizadas para que no tengan opción al desarrollo. Francia por supuesto hace la vista gorda porque sus intereses económicos están por encima de los intereses de las personas mauritanas. En algùn lugar leì que existian en Mauritania granjas de engordes para las mujeres porque el prototipo de una mujer con cierto peso era bueno para buscar marido.
un abrazo
paco
Gracias por tu comentario, fus. Así es, los "intereses estratégicos" se imponen en nuestro mundo a los intereses humanos..., y el colonialismo sólo ha cambiado las formas: muchos países, de independientes sólo tienen la apariencia oficial.
No sabía eso de las granjas de engorde para las mujeres, y me parece una tremenda aberración: las sociedades pueden tener ciertas costumbres, muy respetables, y si a los hombres les gustan las mujeres "de peso", pues allá ellos; pero de eso a cebarlas como a ciertos animales...
Un abrazo también para ti.
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