17 enero 2010

Las fronteras del tiempo

En la Europa occidental, los cambios horarios al pasar de un país a otro reclaman pocas veces nuestra atención. De hecho, en esta parte del continente sólo cuatro estados se diferencian de los demás por lo que se refiere a la hora: Portugal, el Reino Unido, Irlanda e Islandia.

Los 24 husos horarios en que se dividió el planisferio se establecieron en el año 1928 a partir del meridiano de Greenwich para determinar el UTC/GMT (Universal Time Coordinated / Greenwich Mean Time), denominado también “tiempo civil” y conocido en el mundo de la aviación como “hora Zulú”. Más tarde se establecería el CET (Central European Time, que es el vigente en España), equivalente a UTC+1 (UTC+2 en verano). El transeúnte, que cuando se ha movido por tierras europeas ha tenido que modificar a menudo la hora de su reloj, se ha sentido siempre atraído por los husos horarios, que son, de hecho, las fronteras del tiempo. Y esta curiosidad se le ha vuelto a despertar ahora, cuando el dirigente ruso Dmitri Medvédev ha hecho una propuesta revolucionaria: reducir a cuatro las once franjas horarias en que se divide actualmente el territorio de la Federación Rusa, “por razones de eficiencia y para ahorrar en tecnología”, según sus palabras.

(Fuente: © BBC.)

Efectivamente, como se puede ver en este mapa, entre el oblast de Kaliningrado, a orillas del mar Báltico, fronterizo con Polonia y Lituania, y el extremo más oriental de la Rusia asiática, en el océano Pacífico, hay una diferencia de diez horas, lo cual provoca problemas en un país tan extenso. Cuando en Moscú son las 12 del mediodía, en la península de Kamchatka ya son las 9 de la noche, y en Kaliningrado, sólo las 11 de la mañana.

La idea de dividir el territorio ruso en cuatro franjas horarias la justifica Guennadi Lazárev, un eminente profesor de Vladivostok, alegando que de ello se derivarían muchas ventajas prácticas. Asegura, por otra parte, que el extremo oriente ruso mantiene dos horas de diferencia con lo que denomina “la hora biológica correcta”. Su propuesta consiste en establecer únicamente las zonas horarias de Kaliningrado, Moscú, los Urales y Siberia (que incluiría también el extremo oriente de la Federación); el cambio, según él, debería hacerse gradualmente para que la gente se habituara.

Esta última zona propuesta por el profesor Lazárev sería vastísima, pero si se tiene en cuenta que toda China funciona a la hora de Pekín desde septiembre de 1949, sin ningún problema aparente, quiere decir que desde el punto de vista del científico la propuesta tendría sentido. En la actualidad, cuando en Vladivostok son las 12 del mediodía, al otro lado de la frontera, en China (es decir, a poquísimos kilómetros) son las 10 de la mañana, y en Tokio, las 11, aunque la capital japonesa está a más de 1000 kilómetros al este de la ciudad rusa.

Las cinco zonas horarias en que estaba dividida China desde 1912 hasta 1949 (© Alan Mak, Wikipedia).

El periodista norteamericano Clifford J. Levy recoge en el New York Times unas cuantas opiniones de ciudadanos rusos de las regiones orientales de la Federación. Iekaterina Degtiareva, que vive en Novosibirsk, la mayor ciudad de Siberia, piensa, por ejemplo, que antes de tomar ninguna decisión las autoridades deberían enfocar la cuestión, precisamente, desde el punto de vista biológico, pero no en el sentido que dice el profesor Lazárev, y se pregunta cómo afectaría este cambio horario a la salud de las personas. Por otro lado, también en Novosibirsk, Elia Kabánov, director de una agencia de relaciones públicas, un hombre claramente más conservador, asegura que la división en once husos horarios “es un rasgo cautivador de Rusia, es parte de nuestra idea nacional”.

Pero los habitantes del extremo oriente ruso son más realistas. Vadim Vodianitski, propietario de una fábrica de conservas de pescado en Vladivostok, dice que la situación actual es insostenible: “En Moscú les molesta que yo no atienda el teléfono de madrugada”, dice, y añade que, encima, lo tratan de gandul porque, según sus clientes moscovitas, “ya son horas de estar trabajando”… Esta “idea nacional” de la gran Rusia a que se refiere Kebánov (que vive mucho más cerca de Moscú que Vodianitski) no parece, pues, que coincida demasiado con la información que tienen algunos de las grandes diferencias horarias que hay en el país donde viven.

Si nos fijamos en la división horaria actual sobre un planisferio, comprobaremos a simple vista que las fronteras horarias han sido establecidas por razones políticas y no geográficas. Sólo algunos estados muy extensos tienen fronteras horarias interiores: Canadá (6 franjas horarias), Estados Unidos (6 franjas, contando Alaska y las islas Hawai), México (3 franjas), Brasil (5 franjas), Indonesia (4 franjas) y Australia (5 franjas). A éstos es preciso añadir algunos casos peculiares: el de España, donde las islas Canarias están en un huso horario diferente (todos los que vivimos en la Península hemos oído aquello de “una hora menos en Canarias”); las Azores respecto de Portugal; el archipiélago de las Feroe respecto de Dinamarca; la isla de Pascua (Rapa Nui) respecto de Chile; las islas Galápagos respecto de Ecuador, y poco más.

Sin embargo, el salto horario de 60 minutos tiene excepciones curiosas: en países como Irán, India, Myanmar y las islas Andaban y Nicobar la diferencia horaria respecto de los estados vecinos es de sólo media hora, y lo mismo pasa con las franjas centrales de Australia: de hecho, la diferencia horaria entre la costa oriental y la occidental de la gran isla oceánica es de 3 horas, aun habiendo 5 franjas. En Nepal el caso es aún más complejo: ¡en el país del Himalaya la diferencia es de 45 minutos! A esta excepcionalidad se sumó en el año 2007 la decisión de Venezuela de atrasar los relojes media hora, ya que según su presidente, Hugo Chávez, hacer que el sol saliera media hora antes haría aumentar la productividad del país (son pocos los mapas de husos horarios que recogen esta “novedad”). La decisión de Chávez fue muy criticada, y la oposición lo acusó de prepotencia y de “querer demostrar al pueblo que el poder tiene incluso el control sobre la naturaleza”.

La “política horaria” tiene también sus paradojas: si alguna vez atravesáis el río Miño, por ejemplo, desde Tui, en Galicia, hasta la localidad portuguesa de Valença do Minho –cosa que se puede hacer a pie en muy pocos minutos por el arcén para peatones del puente ferroviario-, tendréis que atrasar el reloj, aunque os hayáis trasladado mínimamente de norte a sur. Lo mismo os ocurrirá si “bajáis” de Bolivia o Paraguay a Argentina, o de Macedonia a Grecia.

Las fronteras políticas, como se ve, no se limitan al territorio y a las “aguas nacionales”, sino que existen también en algo tan huidizo como el tiempo. Por si acaso, cuando paséis de un país a otro, preguntad qué hora es si no queréis perder (o esperar largamente) un medio de transporte que tengáis que tomar después. ¡Y cuidado!: esto vale también para los aeropuertos.

Fotografía de arriba: Reloj de la Torre dei Lamberti, en Verona, Italia
(© Albert Lázaro-Tinaut).


Clicad sobre las imágenes para ampliarlas.

Traducción del catalán: Carlos Vitale.

45 comentarios:

Gizela dijo...

Bien interesante la explicación..
Un cuanto a Venezuela...bueno, ahora está pensando adelantar una hora, porque haya una grave crisis de energía eléctrica, y ese retraso significó un aumento del 3% de energía electrifica
En algunos sitios..hasta al tiempo, lo volverán loco jajaja
Un abrazo
Gizz

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Agradezco tu comentario, Gizela: el tiempo no se vuelve loco, está ahí desde hace una eternidad. Somos los humanos quienes sufrimos trastornos, que a veces afectan a muchas personas...

Bleid dijo...

Hola Albert, mu buena entrada, y tienes razon enlo quele comentas a gizela, somos nosotros los que sufrimos al adaptarnos, ya que el tiempo siempre ha estado ahi
un abrazo

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Muchas gracias, bleid. Éstas son cosas en las que no solemos pensar porque, precisamente, están ahí y es como si no existieran. De hecho, el tiempo tiene más de una dimensión, mientras que los humanos somos excesivamente "unidimensionales".

Dr. do absurdo dijo...

Aquí en Brasil, se establece el horario de verano. Aumentar el reloj en una hora. La intención es reducir el consumo de electricidad y también, por supuesto, evitar el impacto del clima.

José Antonio Fernández dijo...

Muy interesante entrada, Albert, aunque creo que lo que más afecta a las personas es el cambio de horario, sea invierno o verano y yo nunca he entendido el consiguiente ahorro energético que postulan.
Saludos.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Dr. do absurdo: aquí también se establece el horario de verano, como en otros países de Europa; se trata de otra "manipulación política" del tiempo.
Gracias por tu comentario, es agradable recibir noticias y sentirte leído desde el otro lado del Atlántico.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

José Antonio: Me satisface que te haya interesado esta entrada. Coincido contigo por lo que respecta al cambio de horario en verano, dudo que tenga los efectos que se pretenden. Como le digo al amigo brasileño Dr. do absurdo, me parece otra manipulación política, aunque parece que la Unión Europea ya se está replanteando la cuestión.

macedonianos en Casa Scherpa dijo...

qué buena advertencia, Albert!, así están las cosas, Kronos y Kairós no bastan para las utilidades de la cotidianeidad globalizada. Saludos cordiales, Roxana

Liliana Lucki dijo...

Dominan los tiempos ????

Nuestro reloj biológico se afecta....

Parece que a nadie le importa.

Este espacio es grandioso y atemporal.

Saludo desde MDQ,Liliana

P. Christiadis dijo...

Soy un ciudadano griego residente en España y no acepto que se diga Macedonia en lugar de FYROM como nombre de la que era república de Yugoslavia, pues el nombre Macedonia es de la región del norte de Grecia y usted tiene que saber que el gobierno griego no acepta que Skopie use tal nombre. Tampoco lo acepta la ONU. Le ruego haga el favor de rectificar. Gracias.

Desde La Barra dijo...

delicioso texto, que de forma ludica me obliga a darle una vuelta a la idea de insomnio

jejejejeje

un fuerte abrazo

Joaquin Ortega

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Roxana: me ha gustado tu referencia a Kronos y Kairós, la tiranía y la inteligencia suprema como dualidad familiar y, sin embargo, tan enfrentada en su esencia. Y tienes razón, ya no bastan, como tantas otras cosas que nos ha legado la Antigüedad clásica. Uno de los lados oscuros de la globalización es precisamente ése, el de pretender (sin conseguirlo, por supuesto) superar la civilización.
Gracias por tu excelente comentario.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Liliana: deténte a pensar en la cantidad de cosas que nos afectan biológicamente, y que no importan a (casi) nadie, y te asombrarás del resultado de tu reflexión. El tiempo tal vez sea, a fin de cuentas, una de las que menos nos afecte. Sin embargo...
Un saludo cordial.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Albert:

Qué complicados somos los seres humanos, ésto del tiempo y las horas es un verdadero caos, especialmente cuando en un mismo país existen diferencias de horario.

Muy interesante e instructivo el artículo.

Saludos desde Colombia.

Krasimir Damianov dijo...

Hace mucho tiempo sueño con organizar una rebelión contra los dueños del tiempo de tipo Chaves, es decir los estadistas. Las personas mayores como yo recuerdan que hubo una feliz época en nuestra infancia y juventud cuando no existía el cambio de horario de verano, este inteligente eufemismo de aquel acto inhumano de ser obligado de levantarme una hora más temprano sin poder empezar a funcionar mi cabeza un o dos meces las mañanas hasta que se acostumbre con la triste realidad - son las nueve y no he hecho todavía nada! Hasta pensaba, cuando lo impusieron, por los setenta, creo, que era cosa de los comunistas (vivía en Bulgaria por aquel entonces), un invento diabólico suyo, escupido y cruel como las brigadas estudiantiles se verano. Treinta años más tarde, ya en España, fui sorprendido por las sospechas de mi vecino de que todo aquello fuera un invento sádico pero no de los comunistas sino del mismísimo Franco! El pobre sufría las mismas desgracias matinales, pero había vivido en otra época y otra dictadura y confundía las cosas. Eran los comunistas, claro.. Sin embargo cuan era mi sorpresa más grande cuando me enteré mñas tarde que la jugada se la debíamos no a las grandes dictaduras y el totalitarismo en particular, sino al querido capitalismo ingles del siglo pasado. Es decir el XX. Fue aplicado por primera vez en el año 1916 durante la guerra, promovido por Churchill despues olvidado y vuelto en la escena mundial en el 73 por la crisis de petróleo con la complicidad de la mayoría de los países europeo, mi pequeño pais totalitario, también.. De manera que imagino cómo se sentirán los rusos, los chiuchas, los siberianos y los de Sahalin después de la propuesta revolucionaria del docto ruso. Unos zombi. Los chinos, espero que no le obligan a despertarse e ir a trabajo en la misma hora aunque el país, según dices, esta en una zona horaria. Sería horroroso!
Alber, querido amigo, eres el primero en este pais quien ha metido el dedo (espero no la pata) en la llaga, de manera tan inesperada, aunque, creo, sin querer, conociéndote algo. No nos convocarías bajo la bandera de los antianacronistas, antidueños del mundo.Los antichurcjil y antichaves. Lo se.
No obstante, los señores del tiempo como ellos nos deben desde el 73 justamente118,260 horas de un estado muy parecido a la resaca. De esta cifra descuento las 1944 horas de verdadera los lunes por la mañana (hay que ser honrado en mi caso), de modo que resulta que quedan 116, 316 horas que me fueron extraviados por oportunistas como Davidov. La cifra igual de horas en oscuras en la seis de la tarde que me tiraron de consuelo, no me compensan para nada! A revés. Eran también las horas más preciosas del crepúsculo al atardeceres de mi niñez.
Queremos nuestro tiempo biologico, Alber.¿Es tanto? Mi tiempo. El vuestro. El tuyo. Nada más. El de nuestro pasado y de los pasados de mi pasado. Hagamos algo. Por lo menos empecemos a protestar. Robados de una hora de sueño de todo el mundo, uníos!

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Señor Christiadis: creo que nos hemos conocido (si se trata de usted, como sospecho, quien además vive muy cerca de mi casa, en Barcelona). Sé muy bien lo que usted piensa y defiende, y creo que usted también sabe cuál es mi parecer sobre el asunto. Y como no quiero entrar en cuestiones de baja política, me abstengo de comentar su comentario. Usted ya me entiende, ¿no es cierto?
Por supuesto, no rectificaré, no tengo por qué hacerlo: y aunque su ideología no se lo facilite, dejemos que cada uno ejerza su libertad de expresión.
Atentos saludos.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Joaquín: no me parece descabellado relacionar el insomnio con los tráficos del tiempo que, sin duda, han tenido efectos negativos en nuestra biología. Dudo que este trastorno del sueño se diera con frecuencia entre quienes adaptaban sus horarios a la luz solar (a menos que su insomnio se debiera a problemas de mala conciencia...).
Agradezco el comentario y me complace que te haya interesado el artículo.
Un abrazo mediterráneo.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Sí, Rafael, somos sin duda los seres vivos más complicados de la Tierra... Y si no tenemos problemas y complicaciones, habilidad no nos falta para encontrarlos. ¡Qué le vamos a hacer! Ya es mucho si somos conscientes de ello, ¿no crees?
Gracias por tu comentario y un saludo cordial.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Querido amigo Krassi: ya ves que, en el fondo de sus no-corazones, los estadistas de todos los colores han tomado siempre decisiones contrarias al sentido común y a la biología. Resumes muy bien tus experiencias y no puedo más que estar de acuerdo contigo. Parece que hace años que los funcionarios de la Unión Europea plantean suprimir el cambio de hora en verano, pero las cosas de Palacio también van despacio en Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo, y así, año tras año, sufrimos los trastornos del cambio de hora.
Me rebelaría muy a gusto contigo y con otras personas razonables contra los que se creen dueños del tiempo y lo utilizan para sus intereses, siempre políticos (lo del ahorro energético es sólo una excusa que ya nadie se cree), pero no olvides que pertenecemos a la gran masa de la mayoría silenciosa, pues nuestra voz no va más allá de lo que alcanza un grito, por fuerte que sea. Estamos condenados a vivir sometidos, como lo ha estado siempre la humanidad, y no nos queda más que el derecho al pataleo.
Un abrazo solidario.

Phivos Nicolaides dijo...

Hola mi amigo Albert-Lazaro. Información muy interesante. Muchas gracias. Recuerdos. See Barca HERE!

Mamen Alegre dijo...

Mi casa está posada sobre la linea que separa la franja horaria entre España y Portugal. Visito restaurantes que están a un paso a los que nunca llego tarde, cuando es la hora de comer en mi país, allí falta una hora para que todos lleguen, lo peor es que a los españoles nos encanta la cocina portuguesa y en determinadas fechas la hora "antes" tiene que convertirse en dos.

Un post muy interesante.
Un saludo.
Mamen

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Gracias, amigo Phivos, por seguirme con tanta atención desde tu bella Chipre. Thanks for your kind comment!
Saludos cordiales.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Mamen: eres un claro ejemplo de ciudadana "transfronteriza" incluso en términos temporales... La diferencia es que tú te desplazas de este a oeste para comer en Portugal, y eso puede tener cierta lógica; pero que le pueda ocurrir lo mismo a una persona que vive en el sur de Galicia deja de tener sentido.
A propósito, a mí también me gusta la comida portuguesa...
Gracias por tu interesante comentario y un saludo cordial desde tierras donde oscurece más temprano, pese a que tengamos la misma hora que tú.

Anne Fatosme dijo...

Albert, me ha encantado el título de tu artículo: las fronteras del tiempo y me ha parecido muy instructiva tu reflexión. Nunca me había parado a pensar que las franjas horarias respondían a intereses políticos, pensaba más bien que a intereses económicos con el consiguiente ahorro energético.
En cuanto al tiempo en sí, te adjunto una divertida cita de Georges Bernanos sacada de un libro suyo, L´imposture:
Sa montre marquait 10 heures el il la remit brusquement dans sa poche, comme on supprime un témoin gênant.
Un abrazo (mío, no de Bernanos),a las 19.55h (u.t).

Unknown dijo...

Hola Albert

Interesante reflexión sobre las fronteras de tiempo, sus variados usos políticos (hay que ver la imaginación que le echan) y como siempre, la voz pragmática del señor de la calle. Asunto espinoso, ya que es muy difícil poner a todo el mundo de acuerdo.

Sobre los ejemplos nuestros que pones te diré que en Canarias hay gente que se queja de que pierden una hora cuando viajan a la península y en Galicia a más de uno le gustaría estar alineado con Portugal.

En fin, seguimos dedicando mucho tiempo a hablar sobre ello mientras se nos escapa...

Saludos

el viajero impresionista
pequeño cine

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Anne, casi nadie se plantea esta cuestión temporal, como digo en mi artículo, y sin embargo es importante incluso desde el punto de vista de la biología humana (lo han comentado algunos lectores). No sé si a ti te ocurre, pero cuando cambiamos de horario (dos veces al año) nos sentimos "raros" durante unos cuantos días; eso lo notamos menos, sin embargo, cuando viajamos, porque hemos de adaptarnos también a otras cosas (a los horarios de las comidas, por ejemplo, o a los horarios comerciales, o al clima, como acabas de comprobar tú misma, aunque no hayas tenido que tocar el reloj). A pesar de que todo es relativo, hay cosas que lo son menos que otras, y ésta me parece una de ellas: por eso le he dedicado este "post".
Gracias por la cita de Bernanos, no la conocía, y es espléndida. Y gracias también, por supuesto, por tu comentario.
Un abrazo.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Viajero: la política está en todo excepto, muchas veces, en lo que debería estar, pero eso es harina de otro costal (o, como decimos en Cataluña, "figues d'un altre paner" [higos de otra cesta]). Sé lo de los canarios, y alguien me ha dicho incluso que Galicia había propuesto estar en el mismo huso horario que Portugal, pero que la propuesta no prosperó.
Tienes razón, a veces le damos mucha importancia al tiempo pero no dudamos en perderlo en cuanto se nos presenta la ocasión. Y como le preguntaba a su abuelo la sabia e inocente nietecita de un famoso escritor y ensayista húngaro: "¿Dónde va a parar el tiempo que pasa?".
Gracias por tu comentario.

Mercedes Pinto dijo...

Está bien que alguien se ocupe de explicarnos estas cosas que para nada son sencillas, además de informarnos, nos adviertes de la posibilidad de perder un transporte.
Se agradece.
Saludos.

Krasimir Damianov dijo...

No es asi, no somos ovejas, Alber, mira cuantas respuestas tienes en un día, como del blog de una estrella del cine. Hagamos algo. Abrír un grupo en facebook, o en otro portal y sumar votos. Mover el tema. Ya verás como se pegarán miles y míles, mucha gente está hasta las narices con este problema, dispuesta a luchar por su derecho de ser dueño de su tiempo y sueño. Hazlo, yo firmaré. O que lo haga el que sepa!

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Gracias por tu comentario, Mercedes. Me alegra saber que el artículo re ha interesado y te ha resultado útil.
Un saludo cordial.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Ya comentaremos la cuestión, Krassi. Quizá tengas razón, aunque suelo ser escéptico en cuanto al resultado final de este tipo de iniciativas.

ribizlifozelek dijo...

Si me acuerdo bien, Portugal cambio su huso horario entre 1992-1996 del WET al CET para tener la misma hora que la mayoria de Europa. Despues de cuatro an~os decidieron volver al WET. Creo que el cambio iba contra el 'sentido natural de tiempo' de la gente, p.e. tenian que levantarse a oscurar y acostarse de dia.
Me parece que en el caso de Rusia las consecuencias y diferencias entre la hora oficial y natural serian mayores.

saludos

ribizlifozelek

mariajesusparadela dijo...

Interesante entrada. Quizá Galicia, Portugal y Canarias deberíamos estar en la misma hora.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

ribizlifozelek: no sabía eso de Portugal o, al menos, no lo recuerdo. Tal vez algún amigo portugués nos lo pueda aclarar. Es cierto, como ya se ha dicho en varios comentarios, que el cambio de hora afecta al "reloj biológico" de las personas.
Gracias por su amable comentario.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

María Jesús: tu punto de vista como gallega me parece muy interesante. Creo, como tú, que no tiene sentido que entre Galicia y Portugal haya una hora de diferencia pero, como siempre, se trata de una cuestión política en la que la frontera, aunque haya desaparecido físicamente, tiene mucho que ver.
Agradecido por haber expresado tu opinión en esta bitácora.

María dijo...

Hola, Albert:

Muchas gracias por darme a conocer tu blog.

Interesante post, en el cual nos vienen bien tus explicaciones.

También yo te invito a que visites mis blogs, puedes ir a conocerlos, si deseas, tengo uno de poemas, y otro de reflexiones.

Un cordial saludo.

chrieseli dijo...

Tiempo... tiempo que se escapa a manos llenas o que sobra con una paciencia infinita, esperando hasta agotarse. Sé bien a lo que te refieres, cuando uds allá tienen las 4 de la tarde, acá es mediodía en verano y las 10 de la mañana en invierno. Los sé claramente, porque alguna vez me tocó estar donde el día se inicia más temprano. Es una sensación muy extraña, que descoloca y que a mí me costó una semana exacta en ajustar.
Muchos saludos desde Puerto Montt, Chile, donde amanece más tarde :)

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

María: gracias por haber visitado mi bitácora y haberte interesado por los temas de que trato. Me daré un paseo por tus blogs.
Saludos cordiales.

chrieseli: agradezco tu fidelidad. ¡Qué complejo es esto del tiempo! Efectivamente, estamos lejos geográficamente, pero también temporalmente y en cuanto a las estaciones del año en ese "mundo al revés" de los hemisferios, pero tenemos la suerte de que las nuevas tecnologías nos aproximan y nos conectan en segundos. Algo hemos de agradecerles, aunque no siempre se apliquen en un sentido tan positivo...
Un saludo muy cordial desde el mediodía y el invierno mediterráneos.

María Eugenia Mendoza dijo...

En estas fronteras del tiempo déjame decirte que leer tu blog (apenas lo descubrí) de ninguna manera es una pérdida de tiempo, es un tiempo bien invertido.
Ciertamente, la gente que no tiene voz ni voto (aunque viva en países "democráticos") no se cree el cuento del ahorro de energía o de las ventajas políticas y comerciales de adelantar y retrasar relojes, por lo tanto que ya no nos vengan con esas mentiras, total ya sabemos que lo hacen porque pueden.
Gracias por dedicar tu valioso tiempo y conocimientos a este medio que tiende puentes de comunicación multicultural.
Un abrazo desde la Ciudad de México.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Me complace mucho tu comentario, María Eugenia, y que coincidas con tantas otras personas que pensamos lo mismo acerca del uso político que se hace del tiempo (en muchos sentidos). A quienes estamos sometidos al poder, sea cual sea éste, nos cuesta entender el mal uso que se hace de él y a veces nos resultan inverosímiles las versiones "oficiales" de algunas cosas.
Un abrazo cordial desde Barcelona.

nina salinas dijo...

Hola Albert:
Me siento como una pequeña planta al lado de un gran roble...gracias por dejar conocerte es la primera vez que comento en tu blog, estupenda la información que he podido ver a travez de tu hermosa ventana, cuando quieras viajas por mis versos y me dices lo que te parezca.
nina salinas

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

Muchas gracias, Nina. Me halagan tus palabras, pero no acepto la comparación: lo único que nos diferencia de verdad es el sexo y la edad... Prometo leer tus versos y comentártelos.
Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

¿Qué voy a añadir? Los estragos del tiempo son irreparables.Ningún invento humano ha sido tan ambivalente.Gracias al tiempo los humanos existimos.Al mismo tiempo nada nos afecta tanto como el paso del tiempo.Huimos del presente para anclarnos en el pasado o proyectarnos al futuro.
Siempre pendientes del tiempo.Nos da la vida y nos la quita.

Gracias Albert, me lo he pasado muy bien leyéndote.

Albert Lázaro-Tinaut dijo...

jusamawi: Perdona que no haya advertido hasta hoy tu comentario y no te haya contestado en su momento.
Te lo agradezco mucho: el tiempo es algo impalpable, intangible, y al mismo tiempo más real que la vida misma, pues es eterno. El tiempo perdido se lamenta y el que pasa demasiado lentamente, a veces nos produce aburrimiento. Pero si además es utilizado con otros fines, como digo en mi artículo, podemos deducir aún mejor su importancia.
Un abrazo.