21 octubre 2010

((SIN COMENTARIOS))


El enfrentamiento entre el gobierno y los sindicatos en Francia por
la nueva ley de pensiones.


© Raphaelle en Libération, 21 de octubre de 2010.

17 octubre 2010

¿Dónde está la grandeza de los pequeños países?

Billete de banco estonio de 100 krooni con la imagen
de la poeta Lydia Koidula (1843-1886; ved aquí).


El día 11 de este mes, el politólogo estonio Agu Uudelepp comentaba en el diario Postimees que la introducción del euro como unidad monetaria de Estonia, prevista para el 1 de enero de 2011 (un euro equivaldrá a 15,6466 coronas actuales), al margen de las polémicas que suscita en el país, supondrá la pérdida de una parte de la identidad nacional: los billetes de banco en krooni (coronas; EEK, según el código ISO), sobre todo porque en esos billetes se reproducen los retratos de algunas de las principales figuras de la cultura del país y son, por consiguiente, un medio de propaganda cultural.

Billete de 2 EEK, con el retrato
del eminente biólogo y geógrafo
Karl Ernst von Baer (1792-1876),
quien estableció las bases de
la embriología moderna.



Billete de 5 EEK, donde está
representado Paul Keres (1916-
1975), uno de los mejores
ajedrecistas de todos los tiempos.




Billete de 10 EEK, con la imagen
del folclorista, teólogo y lingüista
Jakob Hurt (1839-1907).





Billete de 25 EEK, con la figura
de uno de los escritores estonios
más populares y universales,
Anton Hansen Tammsaare
(1878-1940).



Billete de 50 EEK, con el retrato
del compositor Rudolf Tobias
(1873-1918).





La corona estonia sustituyó al rublo ruso-soviético el 20 de junio de 1992; mejor dicho, Estonia recuperaba con el kroon la unidad monetaria de la primera república, que había sustituido al mark (una corona equivalía a 100 marcos) y que desapareció en 1940, con la invasión soviética del país (un rublo se cambió entonces por 0,80 coronas).


Uudelepp propone que entre los numerosos espacios de memoria que hay en Tallinn, se dedique uno al kroon, y sugiere que sea en una plaza-parque céntrica de la ciudad: la dedicada al escritor A. H. Tammsaare, justo fuera de las murallas, ante la puerta medieval de Viru a través de la cual se accede, por la calle del mismo nombre, al centro histórico.


¿Qué es lo que caracteriza a los estonios en el conjunto de los Estados europeos?, se pregunta Uudelepp. “A nosotros también se nos plantea la cuestión de cómo poder sentirnos grandes como pueblo –viene a decir en su artículo–. No nos podemos considerar la cuna de la cultura occidental, como Grecia; nunca hemos construido un imperio ni hemos gobernado como los italianos, sucesores de los antiguos romanos, ni hemos sido una fuerza naval, como los británicos, en cuyo imperio jamás se ponía el sol cuando Isabel II accedió al trono. Los estonios tampoco ganamos grandes batallas, como los franceses o los venecianos, ni tuvimos un reino propio, como los polacos y los lituanos. También es difícil encontrar entre nuestros conciudadanos a grandes filósofos y científicos, como en el caso de los alemanes, que hayan sido decisivos para impulsar el mundo. ¿Qué nos queda, pues? Puesto que el deseo de grandeza también late en nosotros, los estonios, sólo tenemos la posibilidad de acogernos a la cultura. Nuestros poetas y nuestras grandes personalidades nos ayudan a definirnos como nación y a reforzar nuestra conciencia nacional”.


Efectivamente, la cultura, en todas sus manifestaciones, pero sobre todo en la literatura, el teatro y la música, ocupa un lugar de privilegio en Estonia y, pese a la crisis actual, está bastante bien subvencionada. Las grandes librerías de ciudades como Tallinn y Tartu dan fe de ello; los teatros y las salas de conciertos, repletos, son el mejor ejemplo. El número de museos, pequeños y grandes, es enorme en proporción al tamaño y la población del país (apenas 1.300.000 habitantes). La cultura es, sin duda, la gran fuerza de los estonios, su grandeza.


Una gran librería inaugurada recientemente
en un moderno centro comercial de Tartu.

(Foto: Albert Lázaro-Tinaut)

El que la moneda nacional, a punto de desaparecer, deje de ser un escaparate internacional en el que se expone lo mejor de la cultura del país, es algo que hace reflexionar a los estonios. Este apego al hecho cultural también debería invitar a la reflexión a otras naciones que, con o sin Estado, lo mantienen demasiado lejos de sus prioridades y provocan su estancamiento, sin tener en cuenta que si no se siembra, luego no se cosecha, y que ello lleva a la pobreza espiritual, a la decadencia.

Deberíamos tomar nota.

Haced clic sobre las imágenes para ampliarlas.


12 octubre 2010

((SIN COMENTARIOS))

Viñeta de J. R. Mora (2010).

03 octubre 2010

La multiplicidad intelectual de Cristiane Grando

Cerquilho durante las fiestas navideñas del año 2005.
(Foto ©Roberto Pontes Oliveira)

La brasileña Cristiane Grando (Cerquilho, São Paulo, 15 de enero de 1974) es poeta, traductora, investigadora literaria, fotógrafa, profesora –actualmente de lengua portuguesa y cultura brasileña en la Universidad Autónoma de Santo Domingo– y una mujer que desprende sensibilidad y simpatía a través de todas sus palabras. Por otra parte, como gestora cultural –otra de sus facetas– fundó y dirige desde 2004 el espacio cultural Jardim das Artes de Cerquilho, y desde 2009 el Centro Cultural Brasil-República Dominicana, en Santo Domingo. Si a todo ello añadimos que en 2002 fue laureada con la prestigiosa beca UNESCO-Aschberg de Literatura para jóvenes artistas, habremos completado bastante su cuadro biográfico.

Aunque una labor como la suya podría aplicarse a otras personas que siembran en el terreno fértil (aunque difícil y excesivamente desamparado) de la cultura contemporánea, el transeúnte quiere destacar, además de su talento, su gusto estético, que se refleja también en sus libros y sobre todo en los poemarios Caminantes (2004) y Fluxus (2005), este último magistralmente ilustrado por el artista y poeta chileno Leo Lobos, con quien alla colabora activamente desde que coincidieron en el Centre d’Art Marnay (CAMAC) de Marnay sur Seine (Francia). Esa estética está presente en Fluxus no sólo mediante imágenes plásticas, sino también visualmente en la distribución de los versos en las páginas, en esas “manchas” (como se denominaban tradicionalmente en la jerga de las artes gráficas las cajas de composición) que se diseminan por el libro a semejanza de seres vivos e independientes, pero que al juntarse forman el poema, lo cual es, sin duda, una propuesta personal para la lectura poética.

Además de los dos mencionados, Cristiane Grando ha publicado otros dos libros de poemas: Titã y Gardens. Como investigadora, ha dedicado grandes esfuerzos a difundir, sobre todo, la obra de la gran poeta brasileña Hilda Hilst (véase su breve ensayo sobre ella en Impedimenta).


Otra característica de los libros de esta mujer polifacética es su vocación por la multiplicidad lingüística. En Caminantes, por ejemplo, que se presenta también con el título Les flâneurs, los poemas aparecen en portugués, español y francés; Fluxus y Titã van más allá, pues a dichas lenguas se añade el inglés.


No será la última vez que el transeúnte se ocupe de Cristiane Grando y de su obra. Por el momento, tras esta imprescindible presentación, reproduce algunos de sus poemas, traducidos los de Caminantes y Fluxus por Leo Lobos, y los de Titã, por Espérance Aniesa.



De Caminantes


los amores de Edgar Allan Poe

Valéry admiraba a Mallarmé quien admiraba a Baudelaire

quien admiraba a Edgar Allan Poe quien admiraba a Virginia

la de cabellos negros como el cuervo.

Valéry murió después de haber proyectado el Ángel,
su última inspiración poética
Mallarmé buscaba “El Libro” esencial todavía

cuando encontró la Muerte

Baudelaire sufrió una larga agonía

antes de morir y ser enterrado

en el cementerio de Montparnasse en París
y Allan Poe se casó con Virginia

que murió a los 25 años



a mi padre,
in memoriam

yo te veo en el cielo, padre mío

ángel de alas frágiles


yo te veo en el río, padre mío

agua-viento que me baña en un sueño mágico


yo te veo en mi camino, querido padre

cóndor que vuela sobre el mundo


que mira a tu hija sobre la nieve

fulgurar


caminante en París

el promeneur du Luxembourg

y el ángel de rostro grave

atraviesan entre los amarillos

de las hojas del otoño

que habitan en los árboles

y en la tierra


luz y sombra de alas danzan en los abisales

y en el misterioso azul del viento


una ala mira el mundo

y la otra se mira a sí misma



Fragmentos de Fluxus


¿piensas

que estoy hecha

de carne, huesos, sangre?


no


soy viento, lluvia, fuego, nada


*

algunas veces

es bueno sentir hambre

para morir sólo después

de nostalgia


*

escribir puede ser un acto de amor

y también el suicidio
de las palabras
*

la muerte y su doble vienen

seducciones y misterios

marmuertemar

la muerte viene

la muerte que habita en mí

la muerte y sus ecos



De Titã



el amor


un tormento indomable
onda, tremor, tsunami

furor divino cuando el yo se astilla

para ser otro


blanco y bermejo se disuelven

en tierra, agua, viento, fuego


delirios de un ángel que alza el vuelo

con los auspicios de un demonio



Gustav Mahler


Como si dirigiese una sinfonía secreta el éxtasis de la velocidad en todos sus átomos arremolinándose en pensamientos rápidos en busca de una luz y de un espacio muchísimo mayor energía y poder de un ángel sin nombre y sin alas y de un demonio estelar en un reino inexplorado del infierno molto appassionato al allegro furioso y brutal en desesperada explosión casi infernal de pasión y dolor –monstruosa extravagancia en ondas de melancolía






…explosión desmedida del miedo …



génesis del poema


el poema nace

con la terrible simetría del tigre


temor y fascinación

de un poderoso animal cósmico


lo lanasciente de sus ojos

el ocre de la tierra en sus patas


el silencio pleno y profundo

lleva en el lomo el fuego sagrado













Cristiane Grando

caminantes / poesia em português e espanhol

les flâneurs / poésie en français

Tradução au espanhol: Leonardo Lobos Lagos

Marnay-sur-Seine, CAMAC, 2002-2003
(1ª edição, Santiago de Chile.

2ª edição, Cerquilho-SP, Brasil, junho de 2004)

50 páginas / ISBN: 956-299-025-7


Cristiane Grando
Fluxus

Ilustrações: Leo Lobos

Tradução ao francés: Espérance Aniesa
e Cristiane Grando

Tradução ao espanhol: Leo Lobos

Tradução ao inglés: Levana Saxon

Posfácio: Geruza Zelnys de Almeida

Cerquilho-SP, Ediciones Gato de Papel, 2005

ISBN: 956-299-779-0





Cristiane Grando
Titã

Espérance Aniesa, traducción / traduction

Angel Ortega, translation

Edición especial para la XII Feria Internacional
del Libro de Santo Domingo.

País invitado de honor: Brasil. 2007

108 páginas / ISBN: 978-9945-420-55-5